Emprender o no emprender, esa es la cuestión
Que la abogacía es una profesión de emprendimiento no cabe duda. El profesional del Derecho debe de tener, entre su amplio repertorio de habilidades y competencias, aquellas que le permitan posicionarse mejor en el mercado, ser innovador, atraer a clientes, y en definitiva, resultar atractivo para sus clientes.