- Fusión entre tradición y modernidad
Si tu elección pasa por crear tu propio despacho de abogados, debes ser capaz de fusionar los conceptos tradicionales como vocación, rigor académico, honestidad, seriedad, ética, confianza, lealtad o diligencia con herramientas que te ayuden a vender sus servicios, como las técnicas de marketing online y offline, la captación, posicionamiento y fidelización de clientes, etc.
Ello te permitirá prestar los servicios jurídicos de una manera imaginativa, práctica, flexible y a la vez eficaz. Por ejemplo, aplicando técnicas de ventas y marketing, como una primera consulta gratuita, presupuestos cerrados, con financiación, con una cuota fija y otra variable, etc.
En definitiva, se trata de cambiar el chip: ya no son los clientes los que vienen a buscarnos, sino que somos nosotros los que tenemos que salir a vender nuestros servicios.
- Empresa de servicios jurídicos y partners estratégicos
Muy ligado a lo anterior, la clave pasa por concebir tu despacho o firma como una empresa de servicios jurídicos que hay que gestionar, tenga el tamaño que tenga, aplicando los mismos criterios y técnicas de gestión de los negocios.
Debes poner a tus clientes en el centro de tu estrategia y deben percibirte como uno de sus partners estratégicos. Es decir, sentir que te anticipas y adaptas totalmente a sus necesidades, aportando un valor añadido a su negocio y acompañándole en su día a día. Tienes que convertirte en su referente jurídico y ser capaz de ofrecerles un servicio integral, por ejemplo, recurriendo al outsourcing o subcontratación, a través de acuerdos y alianzas con otros profesionales o pequeños despachos especializados.
- Herramientas tecnológicas
No debes temer a las herramientas tecnológicas, pues se están convirtiendo en una necesidad obligatoria más que en un valor añadido. Aplicarlas te permitirá captar y comunicarte con tus clientes de manera más eficaz a través de internet y las redes sociales. Incluso, si vas más allá, pueden constituir por sí mismas una oportunidad de emprendimiento, por ejemplo a través de la creación de start-ups que ya se están abriendo paso en el sector.