¿Tienes un buen plan de networking?

Construir una buena red profesional es una potente herramienta para mejorar tu currículo y abrir puertas a nuevas oportunidades laborales. ¿Lo estás haciendo bien?

A estas alturas, todos sabemos lo que es el networking (o eso creemos). Consiste en construir y mantener una red de contactos profesionales que te aporten valor y te ayuden a conseguir tus objetivos laborales. Estos objetivos pueden ser diversos e incluso variar en el tiempo, desde conseguir trabajo, clientes o inversores, a potenciar tu marca personal.

Ahora bien, ¿sabes realmente hacer networking? Cultivar las relaciones es igual a “conquistar” al otro. No es inmediato, requiere tiempo y es un proceso que debería convertirse en una rutina diaria para crecer y consolidar nuestra red. Para saber si lo estás haciendo bien, conviene recordar lo que es y lo que no es networking.

Lo que “no” y lo que “sí”

Networking “no” es hacer la pelota ni perseguir a los demás. No es buscar un “enchufe”. No es quedarse callado, ni hablar siempre de ti. Tampoco es pedir favores continuamente, ni relacionarse solo con los referentes que crees pueden beneficiarte de alguna manera.

Una buena forma de aproximarse a lo que “sí” es, y aprender a construir estas relaciones de forma eficaz, es seguir el “Triángulo de oro del networking” del experto Jan Vermeiren:

  • Dar o compartir: la generosidad es la clave del networking. Antes de esperar nada, tienes que sembrar (dar).
  • Preguntar: pedir ayuda a tu red es importante. Pregunta, pide consejo… Es una forma de reconocer la valía de los demás.
  • Agradecer: es esencial. Da las gracias siempre que puedas y sé respetuoso en las formas y los mensajes.

Primer contacto

Una jornada, conferencia, feria o un evento como nuestro bootcamp son excelentes marcos para establecer un primer contacto. No improvises. Lleva siempre contigo tarjetas de visitas, mejor si tienen un buen diseño y calidad.

Vence tu timidez y habla con los demás, practica una escucha activa; es decir, dedica más tiempo a escuchar que a hablar. Ahora bien, cuando lo hagas, es conveniente que hayas creado previamente lo que se llama elevator pitch. Es un discurso muy breve para describir tu trayectoria y objetivos profesionales, que puede servirte de introducción.

Traza un plan

Tras un evento de networking debes poner en práctica una estrategia que te permita organizar todos los contactos que hayas recogido, por ejemplo creando un archivo con los detalles de cada persona, incluso lo que te resultó interesante o una anécdota.

Contacta con ellos por redes sociales y sígueles. Para ello, envía invitaciones a conectar personalizadas y agradece su aceptación. Si te fijas bien, el propio nombre de networking significa “working net” e implica todo un trabajo en la red. Eso significa ser activo, dar “me gusta” a lo que otros comparten y a compartir tú mismo contenido de valor, así como participar en grupos de interés.

Cuida que tu perfil en LinkedIn sea profesional y completo, actualízalo con frecuencia. Trabaja en las validaciones y las recomendaciones, ellas dicen mucho de ti. Interactúa con las actualizaciones de otros profesionales. Como ves, esta red profesional es un mundo en sí misma, te animamos a mejorar tu presencia en la misma siguiendo los ’30 muy prácticos para mejorar tu presencia y la de tu negocio en LinkedIn’.

¡Únete a la comunidad de personas que ya están definiendo su futuro!



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