Estamos en plena época de exámenes. ¿Cuántas veces nos ha pasado eso de repetir una y otra vez los conceptos que queremos recordar sin conseguirlo? Las fórmulas mágicas para memorizar no existen, pero sí las técnicas o estrategias que nos permiten estudiar mucho más rápido y de forma más eficiente.
No valen las excusas como “no tengo tiempo de practicar una técnica” o “a mí no me sirven”. El tiempo que ahorrarás y los resultados que obtendrás compensarán con creces el esfuerzo empleado. Como muestra, te ofrecemos tres métodos o estrategias nemotécnicas.
Método ABSUME
En 2014 nació de forma natural Escuela de la Memoria, como respuesta a las necesidades de los estudiantes y los atletas mentales. Lo hizo de la mano de dos de estos últimos, Miguel Ángel Vergara, campeón del mundo en memoria rápida, y José M.ª Bea, maestro internacional en esta disciplina. A partir de entonces, sirve como un paraguas para la formación, la investigación, la creación de comunidad de especialistas y la competición.
Una de las estrategias nemotécnicas esenciales para estudiantes y opositores con las que trabajan es el método ABSUME, que no solo permite memorizar más rápido, también ayuda a consolidar la información a corto, medio y largo plazo. Para ello, utilizamos imágenes mentales que nos permiten memorizar cualquier tipo de dato que nos imaginemos, como una fecha, un artículo legal o un autor.
Pero no utilizas cualquier imagen, sino imágenes:
- Absurdas: AB
- Que sustituyan el contenido que queremos memorizar: SU
- Dándole un movimiento y una acción a la escena: M
- Exagerando, para que nos impacte: E
Estas imágenes impactan en nuestro inconsciente, dejando una fuerte huella en nuestra memoria.
Un palacio de la memoria
Llamada también método Loci, el palacio de la memoria es un lugar imaginario, aunque suele ser construido a partir de un lugar real, que conocemos con todo lujo de detalles (eso lo hace fácil de visualizar y de recorrer fácilmente).
A partir de él, podemos introducir información y distribuirla por diferentes rincones y habitaciones. Así relacionas la información que quieres memorizar, recordar y aprender con objetos que conoces perfectamente y en un orden determinado.
Por ejemplo, una habitación compuesta por una cama, una silla, un armario, una estantería, un escritorio… Cuantos más elementos, más conceptos podremos aprender, ya que tendremos más “anclas” a las que asignar un objeto. A partir de ahí, a través de las visualizaciones y asociaciones conseguiremos recordar solo con movernos por la habitación.
Casillero mental
Es muy útil para memorizar números o palabras en un orden concreto. ¿Cómo? Las imágenes se recuerdan mucho mejor que los números o palabras, por ello nuestro casillero mental es una lista de palabras o imágenes que corresponden a una serie de números y posiciones. Es decir, es una lista numérica en la que a cada número corresponde a una palabra o imagen, lo que ayuda a memorizar números o palabras en un orden concreto.
Un ejemplo sencillo, si 0 se corresponde con la consonante R y 1 con la T. Para recordar el número 01, la asociaremos a la imagen “Rata”. Gracias al casillero mental podemos memorizar una larga lista de fechas, cantidades concretas, una serie de leyes o artículos, etc., por ejemplo, los artículos de la Constitución española y su correspondencia numérica.