El liderazgo es fundamental para el éxito de cualquier equipo de trabajo o empresa. Pero en momentos de crisis como este, el líder es más necesario que nunca y debe contar con unas características o cualidades adaptadas a estas circunstancias: se requiere un liderazgo motivador, transparente y empático.
La salud emocional del despacho o la empresa está en juego. Puede que en la plantilla reine la incertidumbre, el estrés, la desmotivación, la desconfianza, la resistencia a trabajar de una forma diferente… El reto de los líderes es dar un nuevo sentido a su rol para conseguir, por supuesto, la supervivencia de la organización, pero para ello es esencial que sean capaces de gestionar las emociones y lograr el compromiso y motivación de todo el equipo.
Estas son algunas pautas o consejos para teleliderar en tiempos de coronavirus:
Cercanía contra el aislamiento
La comunicación fluida es clave en estos momentos. Tenemos a nuestra disposición canales de comunicación digitales que nos permiten, aunque nunca será lo mismo que el cara a cara, brindar esa sensación de cercanía a las personas de nuestro equipo u organización. Ese es el mejor antídoto contra la sensación de aislamiento que pueden llegar a sentir.
Debemos establecer una rutina de contacto con el equipo pautada, dar los buenos días, preguntar cómo se sienten, interesarnos por su situación personal y familiar ajena al trabajo, etc. Utilizaremos para ello las videollamadas, teléfono, vídeos, chat… Nunca restringiremos el trato únicamente al correo electrónico, ya que es impersonal y frío.
Transparencia contra la incertidumbre
Es muy probable que surja un sentimiento de inseguridad por el futuro, individual y de la organización, en las personas. En este sentido, el papel del líder será informar de forma permanente y transparente a los empleados acerca de lo que sucede o sucederá en la empresa.
La información clara y transparente no está reñida con transmitir un mensaje de tranquilidad. El líder debe, hoy más que nunca, transmitir confianza y ofrecer soluciones detalladas y muy bien explicadas. Es conveniente que la información relevante provenga directamente de él, y se puede recurrir, por ejemplo, a grabar un vídeo y distribuirlo.
Organización contra el desconcierto
El líder debe reorganizar el trabajo estableciendo objetivos acordes con la nueva situación, dividiendo las tareas, nombrando responsables, dando instrucciones, etc. Eso aumentará la sensación de seguridad del equipo, facilitará la adaptación individual a la nueva situación e incrementará el compromiso.
Es muy importante fijar un proceso automatizado para hacer un seguimiento de las tareas y el desempeño, que además sea abierto a todo el equipo. Ello redundará en una mejor organización y permitirá al líder centrarse en las tareas donde puede brindar un mayor valor añadido. Igual de significativo es pautar, si es posible de forma colaborativa, un horario de trabajo, recordándole al equipo que conciliar es en este caso más importante que nunca.
Motivación y salud
En esta situación completamente nueva no demos nada por hecho o sabido. Cuida la salud física y emocional de tu equipo. Bríndales información sobre el teletrabajo, soporte o formación si lo necesitan, sobre cómo organizar el espacio de trabajo, las posturas recomendadas frente al ordenador, las pausas, la organización, la planificación, etc. Es un buen momento para recordar a todos los trabajadores los hábitos de vida saludables que pueden adoptarse en casa.
Por supuesto, una actitud positiva y motivadora del líder mantendrá el ánimo del equipo. En este sentido, el refuerzo positivo y la felicitación por los objetivos conseguidos harán que ese ánimo no decaiga y reforzará el compromiso.
Teletrabajo como estrategia
Es un buen momento para hacer hincapié en cómo abordar el teletrabajo desde una perspectiva estratégica y reforzar la propuesta de valor. Te recomendamos que veas esta webinar de Natalia Fernández Vega, directora de Personas & Transformación de la Mutualidad de la Abogacía.