Las métricas nos permiten conocer nuestro negocio, el perfil de nuestros clientes, los aspectos que intervienen en su decisión, el proceso de contratación, etc. A la vez, a través de su evolución, seremos capaces de conocer el impacto que tienen nuestras acciones de marketing en nuestros potenciales clientes o en el mercado en general. Ello nos permite configurar o reforzar posibles estrategias para incrementar nuestro impacto y, por tanto, nuestras posibilidades de crecimiento en ventas o influencia.
¿Qué medimos?
¿Qué opinión tienen de nosotros? ¿Cuál es nuestra reputación? ¿Están satisfechos los clientes con nuestro trabajo? ¿Cómo valoran nuestros servicios? ¿Cuál es nuestra actividad y presencia en nuestra página web y en las redes sociales? Estas y muchas otras respuestas las encontramos en una lista de indicadores de medición.
Estos indicadores, en definitiva, miden el impacto de tus acciones de marketing y comunicación de tu marca en internet. Por lo tanto, no se trata de una lista única y estanca. A continuación, se detallan algunas métricas de gran utilidad para un despacho de abogados:
- Visitantes únicos: mide el número de visitantes que han entrado en nuestra web o blog, independientemente de las visitas que estos efectúen. Si un mismo usuario visita la web varias veces en un período de tiempo concreto, generaría una visita única.
- Número de visitas: nos aporta información acerca del interés que ofrecen los usuarios por el contenido de nuestro sitio web y cuáles son los intereses de sus visitantes. A mayor cantidad de páginas vistas por visita, mayor interés del usuario.
- Tiempo de permanencia o duración media de la sesión: nos permite conocer si el usuario encuentra útil nuestro contenido. Se considera que a mayor tiempo de estancia, mayor calidad tendrá nuestra página y mejor considerada estará.
- Porcentaje de rebote: son visitas que llegan a nuestra página y salen de ella sin haber realizado ninguna acción. Nos indica que no despierta su interés.
- Canales: nos muestra las fuentes de tráfico a través de las que estamos recibiendo visitas en nuestra página web. Por ejemplo, a través de redes sociales o de otras publicaciones en webs, o bien gracias a alguna campaña de marketing, etcétera.
- Emails abiertos: número de correos electrónicos que han llegado a sus destinatarios y el interés que han generado, además de conocer (dentro del propio email) en qué parte hacen clic y cuáles le resultan más interesantes al receptor.
- Interacciones: es el interés o engagement que estás generando en la red. Se mide, por ejemplo, a través de comentarios de los usuarios, ya sea en nuestro blog, YouTube, LinkedIn, Facebook, tweets de Twitter, etcétera.
- Influencia: se trata de saber qué impacto tienen tus acciones, por ejemplo, en las redes sociales, a través de métricas como las veces y calidad de quiénes enlazan nuestro contenido o lo comparten a través de los diferentes canales, o el número de “me gusta” o retuits.
¿Y después qué?
Conocer los datos nos ayudará a tomar las decisiones idóneas para nuestro despacho y a elaborar la estrategia de marketing y comunicación. Así, transformaremos toda la información obtenida en efectividad.
Eso sí, no podemos empezar la casa por el tejado. Es importante tener definida una estrategia de marketing y de contenidos clara. Ello nos permitirá después evaluar nuestras acciones y la calidad de las publicaciones, y actuar en función de nuestros objetivos; por ejemplo, publicar más sobre un determinado tema porque hay más audiencia interesada o, por el contrario, evitar temas que no son de interés para nuestros clientes.