Por Raúl Alonso.
Son las killer questions, y el abogado que conoce la respuesta adecuada suma puntos para conseguir la posición.
Los dos tipos de ‘killer questions’
Quizá sea más sencillo desvelar su intencionalidad con su acepción en castellano: preguntas de filtrado. Los reclutadores las utilizan para hacer una criba preliminar de los candidatos. Por eso son más comunes en los cuestionarios iniciales de procesos masivos de selección, aunque si eres un abogado en búsqueda de empleo debes estar preparado para contestarla en cualquier fase de la selección.
La compañía Nexian las define como “Preguntas que se plantean a los aspirantes durante una primera fase y ayudan a obtener información detallada sobre su perfil personal y profesional”.
Cecilia Fernández, consultora de selección de esta firma de recursos humanos explica que lo primero que hay que saber es distinguir entre las dos modalidades de killer questions:
¿Qué es una pregunta de filtrado única o preestablecida?
Ejemplos son “¿cuántos años tiene de experiencia en el sector?” o “¿qué titulación de inglés tiene?”. El truco es que las preguntas obligan al candidato a dar una información muy acotada a la que el seleccionador asignará una determinada puntuación, es evidente, que se comparará con la de los otros postulantes.
¿Qué es una pregunta de filtrado abierta?
Por ejemplo, ¿qué sabes de nuestro bufete? Desde Nexian se explica que “son las que tienen una respuesta libre, que aportan mucha información relevante para el proceso de selección”. También se precisa que “pueden resultar más incómodas que la preestablecida”.
Las diez ‘killer questions’ abiertas más frecuentes
Los reclutadores laborales tiran de ingenio (y conocimiento) para descolocar al entrevistado y destapar su verdadero rostro. Es imposible prever con qué killer question van a sorprender pero sí conviene llevar aprendidas las diez más habituales que, en experiencia de Nexian, son:
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¿Qué sabes de nuestra empresa?
Antes de acudir a una entrevista conviene conocer a la perfección la cartera de servicios e identificar qué valor puedes aportar. Al entrevistador le interesan más estos datos que los nombres y apellidos del equipo de dirección.
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¿Qué valor extra puedes aportar a nuestra empresa?
Una oportunidad para destacar habilidades del candidato, las evidentes y las que no lo son tanto.
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¿Por qué has estado tanto tiempo en el mismo puesto y en la misma empresa?
Que no te equivoquen, están preguntando por la evolución laboral. No hace falta haber cambiado de bufete para crecer profesionalmente, se trata de demostrar que se han ampliado las responsabilidades del candidato.
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¿No te parece que tienes una cualificación excesiva para el puesto?
Para muchos es una de las preguntas de filtrado más complejas de sortear. Hay que reforzar la idea de que el puesto se corresponde con lo que el candidato busca, e insistir en sus fortalezas para el puesto.
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¿Qué significa para ti el trabajo?
Todo el mundo sabe que buscas trabajo por dinero, pero no quiere oírlo. Para no caer en la trampa es mejor centrarse en cuestiones de desarrollo personal y profesional.
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Háblame de una situación en la que no actuaste de forma adecuada. ¿Qué has aprendido de ella?
Recuerda que tan importante como reconocer el error es mostrar la capacidad de solventar un problema.
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¿Cuál es tu horizonte temporal para los próximos cinco años?
A pocas empresas les interesa formar a un empleado que no retenga un mínimo de cinco años. Tampoco hay que mostrar una ambición que pueda entrar en conflicto con los actuales responsables de equipo pero, al tiempo, hay que demostrar estar preparado para asumir retos.
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¿Por qué abandonaste tu anterior trabajo?
Lo per que puedes hacer es criticar a tu anterior empresa. Esta pregunta suele estar presente casi en todas las entrevistas, por lo que conviene meditar buscando argumentos que hablen de desarrollo profesional y no de aburrimiento o cansancio con situaciones anteriores.
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¿Cuáles son tus expectativas económicas?
No hay respuesta adecuada, aquí debes jugártela a tu intuición, siempre en coherencia con la verdadera ambición. Lo más importante es mostrar flexibilidad para dejar margen a una negociación.
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¿Qué harías si estuvieras en desacuerdo con tu jefe?
Quieren evaluar tu habilidad para trabajar en equipo, tu capacidad de empatía y de tolerancia.
Diez recomendaciones para contestar ‘killer questions’
Como ya se ha señalado, es imposible prever la batería de preguntas de filtrado que aguardan. Ante la incertidumbre, lo mejor es ir bien preparado, por ejemplo, siguiendo este decálogo de Nexian:
- Responde de forma concisa, reflexiva y sincera.
- Controla la comunicación no verbal, las expresiones faciales y maneja los silencios tratando de no provocar una situación incómoda.
- Trata de dar siempre una respuesta bien argumentada y acorde a lo que se pregunta.
- Si te piden hablar de tu experiencia relacionada con el puesto, hazlo. Esta pregunta representa una buena oportunidad para destacar tus puntos fuertes y diferenciarte del resto de candidatos.
- Ante una pregunta incómoda, trata de reformularla con tranquilidad y positividad.
- Evita memorizar una serie de respuestas y soltarlas de golpe.
- Intenta no titubear ni mostrar una actitud agresiva y/o defensiva.
- Trata de empatizar con el entrevistador y adecuar tu discurso y actitud a lo que el seleccionador busca. A veces este adoptará el rol de amigo, generando un clima de confianza para que fluya mejor la comunicación, pero en otros casos puede parecer agresivo, haciendo preguntas intimidatorias para evaluar la resistencia a la frustración. En todo caso, trata de responder sin entrar en conflicto o crear un clima de tensión.
En el caso de las killer questions por escrito:
- Evita responder con signos de puntuación, letras al azar o “ver CV” que reflejan falta de interés.
- Cuida la ortografía y la redacción. Tómate unos minutos para revisar la redacción en busca de errores, de haberlos, pueden poner punto y final a tu proceso de selección.