“Es mejor emprender y aprender de los errores que no hacerlo por falta de formación”

Hablamos con Ángel Seisdedos, primer premio del Lab de Emprendimiento Jurídico 2023, de Mutualidad, un emprendedor con sorprendente habilidad para identificar nichos en el mercado de la abogacía, que explota con fuertes dosis de innovación e ingenio.
ENTREVISTA: Ángel Seisdedos, abogado, emprendedor y pódcaster

 

 

Empresario en serie y audaz, una conversación con el abogado sevillano Ángel Seisdedos Gavira pone el marco perfecto para celebrar el Día del emprendimiento y el Día mundial de la creatividad y la innovación, que se celebran este 16 y 21 de abril, respectivamente.

En un inusual ejemplo, Seisdedos, primer premio del Lab de Emprendimiento Jurídico 2023, de Mutualidad, fue empresario antes que abogado. “Fui muy difícil en la escuela”, recuerda con mueca traviesa: “Tenía un problema grave para aceptar la autoridad, así que tuve claro desde muy temprano que solo había una posibilidad: no tener jefes”. Decisión que le llevó a montar una agencia de seguros y una asesoría fiscal, y cuando descubrió que una parte importante de su negocio la derivaba a amigos abogados, decidió sacarse el grado de Derecho.

Ese fue el germen de un bufete propio en Sevilla bajo su marca personal que opera desde 2020, labor que a sus 39 años sigue compaginando con su faceta de emprendedor en serie muy unida a la tecnología. Tras montar en 2018 y gestionar la labor comercial de una academia online de formación de opositores, creó Leggado Abogado de Herencias, especializada en tramitar el impuesto de sucesiones, y Leggado Digital, un registro protegido de bienes digitales para que tras un fallecimiento, los beneficiarios puedan acceder de una forma trazable y organizada a toda la información, que tiene ya 600 usuarios en poco más de un año de recorrido. Además, Seisdedos también dedica su tiempo al pódcast Tertulia jurídica, conversaciones entre abogados que convocan cada día a unos 700 oyentes en las plataformas.

Un emprendimiento digital que le ha permitido cumplir con otro de sus deseos: “Nunca he querido ser un padre ausente”. Su idea era apoyarse en la tecnología para poder gestionarse desde casa: “Me había dado cuenta de que los compañeros utilizaban su conocimiento como un sastre, cada procedimiento era diferente al anterior, pero yo pensé que había cosas que se podían perfectamente paquetizar para comerciales de formato online, y así llegué hasta el tema de las herencias”.

 

En su caso, queda claro que el emprendedor nació, no se creó…

Es verdad que desde chico llevo mal eso de que me digan lo que tengo que hacer, no puedo tener jefes. Desde luego que la formación es importante, pero decidí aprender de mis propios errores. La experiencia del emprendedor está en el mercado, aunque también es cierto que la estructura mental que necesitas para entender, es la formación, aunque yo lo hice al revés. Pero también es cierto que muchas personas se quedan atascadas en esa fase de ‘quiero emprender pero antes necesito prepararme’, y terminan por no validar nunca sus ideas.

 

¿Cómo surge Legado Digital?

Nace por la necesidad propia cuando falleció mi padre. Todos los días hay muertes inesperadas, y me di cuenta de que en muchos casos hay una gran falta de información y eso significa pérdida de dinero. Pensé que era necesario buscar una forma de organizarlo, y después de hablar con mucha gente se convirtió en lo que es hoy: un espacio para guardar, ordenar y calificar todo el patrimonio de forma segura en un solo lugar.

 

¿Qué le enseñan los abogados cuando se quitan la toga en su pódcast?

Lo que he aprendido como podcaster es que no tienes por qué ser un profesional de lo que estás haciendo. Cuando empecé no era ni abogado, pero me ayudó a serlo saber cómo piensan los letrados, además de crear una red muy muy amplia de contactos.

 

¿Y qué aprenden los que escuchan?

Creo que sobre todo es motivación.

 

¿Un deseo para celebrar el Día Mundial del Emprendimiento?

A nivel de Administración, hay mucho por hacer. Ahora mismo llevo con un socio más de dos semanas con los trámites para montar una sociedad y empezar a facturar. Que mi empresa gane dinero significa que va a revertir en la sociedad generando riqueza y trabajo, pero que la burocracia sea tan lenta desanima a muchos empresarios a seguir evolucionando. Necesitamos más ayuda, agilidad y unos tipos impositivos razonables.

 

¿Quizás por eso el emprendimiento sigue siendo bajo en el sector?

Aquí hay una carencia de base, la formación en la universidad y en el examen de Acceso a la Abogacía. Pese a que no hay despachos para absorber la cantidad de letrados que salen cada año, no nos forman en el emprendimiento. Yo creo que como oficio que es, se debería fomentar más la educación empresarial dentro de las instituciones educativas.

 

¿Qué oportunidades ofrece la transformación digital?

Ese es el segundo tema que quería comentar porque los que ya entran, lo hacen con esa idea de ‘esto se ha hecho así siempre’: se están aplicando sistemas de captación del siglo XIX a clientes del siglo XXI. Señores, tenemos páginas webs, redes sociales, sistemas de captación online, de automatización para muchas facetas de gestión y trabajo, y ahora sistemas de inteligencia artificial, aunque es verdad que hace falta formación en estas nuevas habilidades, ya que, en general, toda su lectura de aprendizaje es jurídica.

 

Aparte de la innovación, otra clave de éxito emprendedor pasa por el marketing…

Sí, eso por descontado. Se tiene la extraña creencia de que se tiene que ser un gran conocedor de la Ley. Pero si tú me preguntas mañana por un artículo del Código Civil está ahí, y lo tienes cuando quieras. Mi trabajo es saber lo que una persona que está detrás de una pantalla siente en su interior para, yo, poder ayudarla. Hay cosas que son complementarias a la base de la profesión y son necesarias, yo lo llamo los perfiles ‘T’ y los perfiles ‘I’. Un perfil ‘I’ tiene mucho conocimiento sobre una rama en el Derecho, y un perfil ‘T’, tiene un conocimiento de una rama del Derecho y una horizontalidad de habilidades sobre desarrollo de negocio, márketing de venta, gestión de personal, inteligencia emocional, etc.

 

¿Qué se están perdiendo con este conocimiento exclusivamente vertical?

Poder dedicarse a lo que lo quieren de una manera más ágil, sencilla y, sobre todo, mucho más libre.

 

 

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