¿Trabajas para vivir o vives para trabajar? Como abogado, seguro que en más de una ocasión te has planteado esta pregunta, o quizá un frenético día a día te impide considerar si tu relación con el trabajo es compulsiva y ya formas parte de ese 4,6% de españoles adictos al trabajo.
Tampoco debe confundirse trabajar en exceso con la adicción al trabajo. En el primer caso se puede hablar simplemente de una decisión personal, un compromiso, que lleva a prolongadas jornadas de trabajo pero no resta felicidad. Pero el afectado por trabajolismo (adaptación del sajón workaholic) trabaja de un modo compulsivo, lo que puede provocar alteraciones en su vida social y familiar además de otros trastornos.
Si es así, debes considerarlo como una advertencia de que puedes tener un problema. Te proponemos tomar la temperatura a tu relación con el trabajo con el cuestionario de autoinforme Duwas-10 de 10 puntos.
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