¿Qué es exactamente un “Compliance Officer”?
Es un profesional que conoce a la perfección las obligaciones jurídicas a las que se enfrentan las empresas del siglo XXI y que tiene como su principal función asegurarse de que la empresa para la que trabaja o a la que asesora cumple y respeta todas y cada una de las normas elaboradas para prevenir posibles actos que puedan ser interpretados como una forma de corrupción. Sobre sus hombros reside pues el peso de velar por mantener a su compañía o a las empresas para las que trabaja lejos de cualquier riesgo legal y, con ello, también del riesgo reputacional.
¿Por qué crees que ha ganado esta figura importancia en los últimos tiempos?
Además de por las razones puramente legislativas que todos conocemos, en los últimos años han convergido dos fenómenos que han enfatizado la importancia de esta figura: por un lado, la visión de las empresas como agente imprescindible para la comisión de hechos delictivos vinculados a la actividad económica y, por otro, la creciente conciencia de responsabilidad social que se corresponde con la actividad empresarial. Las propias compañías y la sociedad en su conjunto han tomado conciencia de que las empresas ya no pueden tener como único objetivo la obtención de ganancias económicas, sino que deben convertirse en agente motor de una sociedad más justa, próspera y sostenible. Eso debe alejarlas definitivamente de cualquier sospecha que les vincule con cualquier acto ilegal y enfatizar los aspectos de su compromiso social.
¿Puede ser una salida profesional interesante para los futuros nuevos abogados?
Creo que es una de las principales áreas de desarrollo profesional. Todas las empresas, especialmente aquellas que trabajan en sectores regulados, deben afrontar diariamente un importante número de obligaciones impuestas por la normativa y es muy importante que un abogado esté al frente del equipo responsable para velar por que se cumplan correctamente.
¿Qué opinas de la corriente que trata de independizar esta figura para alzarse como profesión independiente del abogado? ¿Crees que es necesario realmente?
No es nuevo en nuestra sociedad que un grupo de interés vea un nuevo nicho de negocio con oportunidad de crecimiento y pretenda acotar su acceso para restringir el número de profesionales capacitados para ejercer esta labor. Lo que pasa es que, en este caso, el Compliance Officer no ejerce una profesión distinta o ajena a las funciones que ya están asumiendo con normalidad miles de abogados. Quizá la legislación que impulsa las tareas de cumplimiento normativo sea reciente, pero el trabajo de asesoramiento legal a las empresas es tan antiguo como los propios abogados y su vínculo inseparable con la actividad económica.
¿Qué consecuencias podría acarrear para el sector la creación de un colegio profesional para oficiales de Compliance?
En tiempos tan convulsos como los que nos está tocando vivir, cualquier profesión a lo que ha de aspirar siempre es a asumir mayores competencias, no a escindir funciones que son intrínsecas a su profesión. Ese tipo de movimientos interesan a unos pocos, que son principalmente quienes los promueven, y perjudica al conjunto de la profesión porque les impone limitaciones innecesarias e infundadas restando además fuerza a la colectividad al minorar la capacidad de autogestión de los Colegios
¿Crees que los colegios y Consejos de abogados están representando bien los intereses del compliance officer y que juntos podéis velar mejor por proteger vuestros intereses?
El Consejo de la Abogacía y los Colegios a los que representa realizan una labor fundamental de interlocución con la Administración, el Poder Judicial y todos aquellos que nos dedicamos a asesorar a empresas y particulares sobre cómo llevar a cabo su actividad sin riesgos legales. Eso no excluye la existencia de asociaciones profesionales ni la celebración de encuentros formativos enfocados a tareas más concretas, como puede ser el derecho laboral, el de familia, el mercantil o tareas como el delegado de protección de datos o el propio Compliance Officer. El gran valor de la abogacía es ofrecer terreno para el desarrollo y el aprendizaje de todas las especialidades y, al mismo tiempo, saber representar al conjunto de los profesionales del Derecho que forma parte de sus 83 Colegios.