Hace unos días, el artículo “El coronavirus pone a prueba la cultura del presentismo de los despachos de abogados” ponía sobre la mesa el reto que supone el teletrabajo para un sector “muy acostumbrado al presentismo y a las largas jornadas”.
Este artículo señalaba dos situaciones diferentes. Por un lado, los grandes despachos con tecnología suficiente para trabajar desde casa y, por otro, las firmas más pequeñas y las medianas, en las cuales no es habitual contar con estos recursos.
En todo caso, la situación actual es una oportunidad para avanzar y demostrar que tenemos capacidad para hacerle frente y, además, puede ayudar a la profesión a fomentar las medidas de conciliación y flexibilización en el futuro.
El teletrabajo empieza por la tecnología
Parece obvio decirlo, pero para trabajar desde casa es imprescindible una buena conexión a la red, buenos equipos informáticos (con el software adecuado) y buenos canales de comunicación entre los miembros del despacho.
Las tecnologías con las que contamos en la actualidad nos permiten trabajar desde cualquier lugar a través de aplicaciones y software que trabajan en la nube. A su vez, esa tecnología nos facilita ser más eficientes y productivos con la automatización de tareas como la generación o el envío de documentos. Esto nos permite centrarnos en las tareas de mayor valor añadido.
La ciberseguridad, una prioridad
No debemos olvidar que los abogados trabajamos con información sensible que requiere tomar todas las medidas de protección necesarias para salvaguardar el secreto profesional.
El teletrabajo masivo amplía la exposición al ciberataque, ya que los despachos de abogados pierden el control sobre la actividad online de los empleados y sus conexiones y accesos, tal como ha alertado la Abogacía Española.
En este sentido, hacemos hincapié en los consejos de ciberseguridad para teletrabajar que publicamos recientemente, y entre ellos destaca el cifrado en las comunicaciones entre los dispositivos de los empleados y los servidores del despacho a través de redes privadas virtuales o VPN con autenticación de doble factor.
Claves para el éxito
Si la tecnología y la seguridad son imprescindibles, hay otros ingredientes importantes en esta receta para conseguir que tu despacho trabaje desde casa:
- Formación: los miembros del despacho se tienen que sentir preparados y seguros para las tareas que van a desarrollar. En este sentido, el despacho les tiene que brindar conocimientos sobre las herramientas necesarias y apoyo continuo ante cualquier incidencia.
- Confianza: el buen trabajo se mide por objetivos y resultados, no por horarios y presentismo. Por tanto, la confianza en la capacidad para gestionar el trabajo, el tiempo y las prioridades es fundamental.
- Objetivos: es importante fijar objetivos de trabajo individual y de equipo, al igual que si estuviéramos trabajando en el despacho.
- Pautas de trabajo: al igual que en el despacho, es fundamental establecer prioridades, ejercer el liderazgo de los responsables, fijar el uso de las herramientas, de la ética del trabajo, etcétera.
- Acompañamiento: trabajar desde casa no implica sentirse aislado o abandonado por el despacho. Por el contrario, hay que fomentar y programar las reuniones laborales y humanas entre las personas del equipo.
- Canales de comunicación: muy ligado con lo anterior, hay que establecer los canales que harán que el flujo de trabajo sea eficiente y continuo. En este sentido, aplicaciones como la mensajería instantánea, los chats, las videollamadas… adquieren un valor fundamental para el éxito del teletrabajo de nuestro despacho.