Los fondos garantizados han sido los productos estrella durante muchos años en España para los inversores con un perfil conservador. Y con razón. Hasta ahora ofrecían una rentabilidad positiva y la garantía de que, si las cosas venían mal dadas, se podía recuperar el capital invertido. Pero en la actualidad este tipo de fondos ha perdido el brillo de antaño. Según los datos de Inverco correspondientes al mes de octubre, solo representa el 3,7% del patrimonio invertido en fondos –pese a que éste ha alcanzado un máximo histórico: 312.105 millones de euros–, a lo que se añade una variación patrimonial negativa del 25,6% (-3.979 millones de euros) en lo que va de año. También, con 171 millones de euros, los fondos garantizados encabezan los reembolsos. Las causas hay que buscarlas en tres factores que impactan directamente sobre su rentabilidad: los tipos de interés cero, una inflación al alza y unas comisiones y tributación elevadas. Tres elementos que han formado la tormenta perfecta y que analizamos a continuación.
Evolución de los tipos de interés
De 2000 a 2008 los tipos de interés se mantuvieron, con alguna variación, en torno al 4%. Este rango ha permitido mantener una rentabilidad media de los fondos garantizados atractiva a ojos de los pequeños inversores con un perfil conservador o moderado, sus principales suscriptores. A partir de ese año, el del inicio de la crisis financiera, los tipos de interés iniciaron su caída hasta valores cero que también se ha trasladado a la rentabilidad de los fondos garantizados. De manera que si, a finales de ese año (2008), la rentabilidad media anual de los fondos garantizados de renta fija –los más perjudicados– se situaba en el 3,38 %, en octubre de este año ha sido del -0,90%, según datos de Inverco, que en su último comunicado sobre el análisis de los fondos de inversión señala: “Solo las categorías más conservadoras, Garantizados, Renta Fija y Monetarios fueron los que más retrocesos experimentaron en sus patrimonios, siendo los Garantizados los que más descensos registraron (515 millones de euros) debido tanto a vencimientos en el mes como a rentabilidades ligeramente negativas”.
El peso de las comisiones y de la tributación
Si las comisiones son un factor clave para el rendimiento final de los fondos de inversión, lo es aún más cuando la rentabilidad es baja o negativa, el escenario actual. En ese sentido, la Oficina de Atención al Inversor de la CNMV, recuerda que los fondos garantizados “suelen cobrar elevadas comisiones por realizar suscripciones y reembolsos durante el periodo de garantía, con el fin de restringir la entrada y salida de partícipes”. Basta echar un vistazo a las rentabilidades actuales de los fondos garantizados y los porcentajes de las comisiones para entender por qué los fondos garantizados han perdido interés entre los inversores. La carga fiscal también contribuye a este desinterés. A 1 de enero de 2021 los fondos de inversión garantizados tributan al 19% los primeros 6.000 euros, al 21% hasta 50.000 euros, al 23% hasta los 200.000 y al 26% las cantidades superiores. Si bien es cierto que solo se tributa si hay ganancias, si estas son reducidas, tanto el pago de la tributación como de las comisiones de reembolso a vencimiento de la garantía restan claramente atractivo a este producto de ahorro.
La sombra de la inflación
La inflación es el tercer factor en discordia. El IPC no ha dejado de subir a lo largo del año, pasando del 0% de febrero al 5,6% de noviembre, según el indicador adelantado del INE. ¿Cómo afecta la inflación a los fondos garantizados? Una inflación como la actual reduce el poder adquisitivo del ahorro o, directamente, lleva a pérdidas cuando la rentabilidad es cero o negativa y las comisiones de reembolso son tan elevadas.
En este escenario, ante imposibilidad de garantizar la inversión del partícipe, los bancos y gestoras están sustituyendo los garantizados por fondos de rentabilidad objetivo, también pensados para un inversión con perfil conservador o moderado. Estos fondos tienen una estructura similar a los garantizados, pero, a diferencia de estos, no se garantiza un rendimiento determinado, que siempre está condicionado.
Los expertos señalan que la tendencia actual de los partícipes de fondos y planes garantizados –continuando con su perfil conservador– es traspasar su dinero a productos de bajo riesgo, como renta fija o mixta e incluso, en los casos de los partícipes cercanos a la jubilación, contratar planes de previsión asegurados como los que ofrece Mutualidad de la Abogacía con una rentabilidad del 3%*.
*Rentabilidad de 2019: 3,78%. Rentabilidades pasadas no implican rentabilidades futuras.