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16 diciembre 2016

Es hora de ahorrar

Uno de los Padres fundadores de los Estados Unidos, Benjamin Franklin, reconocía que el camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.

Para la primera, los mutualistas ya aportan su parte, con una dedicación plena y la vocación que lleva pareja el ejercicio de la Abogacía. Para la segunda, la Mutualidad les anima a pensar en su futuro económico para conseguir una mejor planificación y gestión del mismo.

¿Cuándo es el momento perfecto para pensar en el ahorro?

Ahora. Cuanto antes. Y para siempre. Lo ideal sería tener desde el momento del nacimiento una cuenta o fondo, al que realizar aportaciones periódicas y que fuese generando intereses hasta el día de nuestra jubilación. El tiempo que ahorramos es uno de los factores clave para incrementar el capital final.
Si contratamos un mismo producto con la misma rentabilidad, tendremos mayor capital comenzando a los 30 años que si lo abrimos en los últimos cinco años antes de la jubilación.

Por ello, desde tan pronto como se pueda hay que pensar en el ahorro. Desde que se empieza a trabajar podría ser el momento idóneo. Ahorrando desde edades tempranas se consigue alcanzar la cantidad deseada con menores aportaciones, con un menor esfuerzo económico que si se decide comenzar después. Otra de las ventajas tiene que ver con el riesgo. Productos menos arriesgados darán la misma rentabilidad que otros con mayor riesgo gracias a la variable tiempo. Sería un error pensar que se es demasiado joven para empezar a ahorrar para la jubilación.

Sin embargo, en España este concepto no está muy extendido. Hay que trabajarlo desde la concienciación temprana. La edad media de los españoles que ahorran para la jubilación es de 31,7 años, casi una década más tarde del momento en que termina una carrera universitaria, aproximadamente a los 22 años. Son datos de la encuesta Las pensiones y los hábitos del ahorro en España, elaborada por el Instituto BBVA de Pensiones.

Además del tiempo, existen otros factores determinantes en la decisión del ahorrador:

  • Por un lado, la cuantía que ahorramos es otra de las variables, así como la periodicidad con la que se generan las aportaciones: mensuales, trimestrales, anuales, constantes o aleatorias…
  • Y por otro, para poder contar con un ahorro suficiente que nos permita disfrutar de un futuro sin sobresaltos la rentabilidad de las inversiones sería el último factor a tener en cuenta. Es importante elegir de entre todos los productos aquel que combine mejor el riesgo y la rentabilidad.

El paso decisivo para conseguir un futuro económico donde reine la tranquilidad pasa por la organización. La planificación financiera debería formar parte de la rutina diaria de una persona. Algunos expertos consideran que debería estar presente del mismo modo que lo está el deporte o la comida. En definitiva, deberíamos preocuparnos por tener una economía sana.

Dedicar un poco de tiempo en la semana para saber cómo gestionar mejor el dinero es clave. Hablar con la pareja, la familia o con uno mismo para dibujar un plan económico que mejore las perspectivas no solo del presente, sino también del futuro. Todo ello con la finalidad de convertirse en el mejor administrador de la economía familiar.

Actualmente el Plan Universal ofrece una rentabilidad a cuenta del 4,25 %

Objetivo tener más dinero con menos esfuerzo

El objetivo de todos los ahorradores no es otro que el de maximizar las posibilidades de su dinero. Y para ello la Mutualidad de la Abogacía ofrece varios productos pensando en el ahorro y la jubilación, que ayudarán a los mutualistas a planificar su futuro. Son cuatro los productos que están a su disposición para poder obtener la mayor rentabilidad de los ahorros generados: el Plan Junior, el Plan Universal, Rentas Vitalicias y el Plan de ahorro 5.

El Plan Junior está pensado para los mutualistas que opten por ahorrar para el futuro de sus hijos, constituir un capital a los más pequeños para que puedan contar con un dinero ahorrado cuando sean mayores. Una ayuda para su educación, la compra de una vivienda, la puesta en marcha de un negocio… En definitiva, una ayuda para su futuro. Este plan se puede contratar desde el nacimiento de un hijo hasta que cumpla 25 años. Con una rentabilidad actual del 4,25 %, Las aportaciones se pueden realizar de forma periódica y/o con carácter extraordinario.

El Plan Universal es otro de los instrumentos de ahorro que la Mutualidad pone a disposición de los mutualistas. A través de la capitalización individual, por un lado se van sumando las aportaciones y rendimientos hasta que decide el mutualista (incluso hasta la jubilación) y, por otro, se van restando los costes que se generan por la gestión de los fondos y las primas de riesgo de las coberturas que se han suscrito.

Se trata de un producto muy versátil, con cuatro sistemas distintos dirigidos al ahorro del mutualista y al fin que cada mutualista quiere dar a sus aportaciones (mejorar la jubilación profesional, fiscalidad, no tributación de los rendimientos o tener disponibilidad inmediata del ahorro).

  • Sistema de Previsión Profesional: puede ser alternativo o complementario al RETA, y es gasto deducible por actividad profesional o tiene la misma fiscalidad que los planes de pensiones.
  • Sistema de Previsión Personal (PPA): con la misma fiscalidad que los planes de pensiones.
  • Sistema de Ahorro Sistemático (PIAS): exento de tributación de los rendimientos acumulados si se percibe como renta vitalicia.
  • Sistema de Ahorro Flexible (SVA): sin límites de aportación en ahorro y disponibilidad desde el primer año.

Actualmente el Plan Universal ofrece una rentabilidad a cuenta del 4,25 %, que se regulariza al cierre de cada ejercicio con la rentabilidad real de las inversiones afectas. Desde que naciera en 2005 ha ofrecido rentabilidades finales de hasta el 6,44 % y una rentabilidad media del 5,50 %. El año pasado, por ejemplo, la rentabilidad aplicada ascendió al 5,22 %, en comparación con el IPC, que fue
del -1,1 %.

Como complemento a la jubilación, la Mutualidad pone a disposición de los mutualistas el producto Renta Vitalicia Remunerada, para invertir su dinero con el objetivo de poder recibir una renta mensual de forma inmediata durante un tiempo determinado o durante toda la vida. Este tipo de seguros permite maximizar los ahorros al tener una tributación de los rendimientos muy reducida, y con una rentabilidad competitiva.

Por último, la Mutualidad ofrece el Plan Ahorro 5, una forma de ahorrar yno pagar impuestos. Manteniendo el Plan al menos 5 años, y con una aportación anual máxima de 5.000 euros, los rendimientos obtenidos estarán exentos de tributación.

En el supuesto de aportar 5.000 euros anuales, en cinco años y con una estimación de rentabilidad media
del 5 %, se obtendría un capital de 28.567,16 euros, con unos rendimientos generados de 3.567 euros, que quedarían además libres de impuestos.

El objetivo de todos los ahorradores no es otro que el de maximizar las posibilidades de su dinero

La importancia de realizar aportaciones extraordinarias

Si el plan de ahorro elegido tiene la posibilidad de realizar aportaciones extraordinarias, hay que aprovechar momentos como un pico de trabajo o el cierre del ejercicio, por ejemplo, para realizarlas. Otra situación idónea puede ser justo ahora, temporada en la que se realiza la declaración de la renta y llega el momento de hacer balance del último año financiero y pensar en la estrategia financiera para un futuro inmediato.

¿Cómo organizarse para ser constante en realizar aportaciones extraordinarias? En primer lugar, teniendo un producto de ahorro diferenciado para cada situación y, en segundo lugar, cambiando ciertos hábitos para conseguir que lo extraordinario se convierta en algo ordinario. El ahorro puede ir enfocado hacia crear un colchón económico para poder afrontar cualquier posible situación de emergencia o para proyectos concretos de inversión, así como para la jubilación o el futuro de los hijos.

Cómo mejorar la jubilación con pequeñas aportaciones periódicas

Incrementar la aportación mensual a uno de los planes de ahorro repercutirá en un aumento del capital final en la jubilación. Si con 30 años realizamos una aportación inicial al Plan Universal de 100 euros al mes, se podría alcanzar un capital de 150.444 euros. Con una aportación inicial de 150 euros más al mes, el capital final ascendería a 225.666 euros. Y si se duplicara el ingreso mensual, el capital a la hora de la jubilación sería igualmente el doble: pasaría de los 150.444 euros a un total de 300.889 euros, con 200 euros al mes.

La nueva campaña de publicidad de la Mutualidad se enmarca en la importancia de estas aportaciones periódicas. Bajo el eslogan “Si puedes, hazlo”, la Mutualidad quiere hacer recapacitar a los mutualistas sobre el futuro de su pensión. Apoyándose en la frase de Albert Einstein “Nunca pienso en el futuro. Llega muy pronto”, se busca la manera de concienciar sobre la necesidad de planificar desde el presente la seguridad del futuro.

España y Francia son dos naciones donde los trabajadores no muestran especial interés por su futuro económico

Españoles, a la cola del ahorro en Europa

La planificación para el ahorro en Europa es tan desigual como las culturas que engloban el club de los Veintiocho. Generalmente los países del norte son más disciplinados a la hora de establecer una guía del ahorro sobre su dinero, buscando siempre la mayor rentabilidad.

Por nacionalidades, los británicos aparecen como los mayores ahorradores entre todos los europeos. Con datos del último ejercicio completo, 2014, Reino Unido encabeza la lista de países cuyos ciudadanos muestran mayor preocupación por sus ahorros a largo plazo para asegurarse una mejor pensión en el futuro.

Cerca de un tercio de los británicos, un 32 %, incrementaron las aportaciones a sus ahorros durante el año pasado. Sin embargo, el porcentaje de europeos que optaron por aumentar sus reservas económicas apenas ascendió el año pasado al 19 %. Son datos recogidos en un estudio elaborado por el banco holandés ING, que refleja además un descenso de dos puntos respecto al porcentaje medio del año anterior, 2013, cuando se situó en un 21 %.

Países Bajos, Alemania o Luxemburgo también destacan por reservar parte de sus ingresos para el ahorro por encima de la media europea. Del otro lado de la lista, como los peores ahorradores, figuran los países del Mediterráneo. Con Italia a la cola, las cifras de personas que se preocuparon por incrementar sus ahorros apenas alcanzaron el 10 %.

España y Francia también se sitúan como las naciones donde los trabajadores no muestran especial interés por su futuro económico, con apenas un 13 % de ahorradores que incrementaron sus reservas el año pasado. Con respecto a 2013, españoles y franceses están, además, ahorrando menos. El porcentaje registrado ese año fue del 17 %, cuatro puntos por encima del publicado en 2014. Países como Rumanía se encuentran también en este mismo nivel de poco ahorro.

Por otro lado, el estudio también refleja qué porcentaje de personas no cuenta con ningún ahorro. Por países, Rumanía es la nación con más ciudadanos sin un colchón económico para poder afrontar situaciones de emergencia. El porcentaje es abrumador: un 60 % no tiene ahorros.

Después de Rumanía, sigue en el número dos con los peores datos de ahorro Turquía, con un 48 % sin ningún producto con el que pensar en el futuro. Con apenas dos puntos por encima se sitúa Polonia y después España, con un 42 % sin márgenes económicos para el futuro.

La media europea sin ahorros asciende al 38%, un porcentaje muy elevado teniendo en cuenta la importancia de tener un futuro económico lo más estable posible. El país con menos personas sin ahorros es Holanda, cuyo porcentaje asciende al 20 %. Luxemburgo y Reino Unido le siguen de cerca con el 21 % y el 26 %, respectivamente. Globalmente, un total de seis países europeos están por encima de la media europea en cuanto al porcentaje de personas sin ahorros.

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