Empieza tu reforma con un punto de partida realista. Imaginar cómo se trasformará tu hogar en el que tantas veces has soñado puede hacernos perder el norte y afectar más de lo esperado a nuestro bolsillo. Puede que algunas estancias, como el baño o la cocina, estén definitivamente anticuados; pero otras, como el salón o las habitaciones, solo necesiten un lavado de cara o pequeñas reformas.
La decoración de interiores, tirar un tabique, cambiar las puertas por correderas, cambiar el color de las paredes… Hay muchas pequeñas obras que suponen una gran solución y con costes mucho más bajos. Pregúntate: ¿Dónde vale la pena invertir realmente? ¿Qué busco o qué cambiaría en cada estancia? ¿Qué busco? ¿Soy realista?
Haz una lista y prioriza
Establece una lista con prioridades de aquellas reformas que consideras imprescindibles y las que no lo son o podrían esperar. Ello te ayudará a tener una visión práctica y a ver las posibilidades reales que te ofrece tu hogar.
El mejor consejo es contar con la opinión de buenos expertos, ellos te aportarán una visión basada en la experiencia e ideas que seguramente no se te habían ocurrido. Conductos, iluminación, aislamiento… Además de la estética, tener en cuenta aquello que “no se ve” es fundamental en una reforma.
Pide presupuestos y compáralos
Te asombrarás de las diferencias de costes que puede haber entre uno y otro presupuesto. Pide siempre un presupuesto discriminando la mano de obra de los materiales. Estos últimos son fundamentales para la calidad de la reforma y siempre puedes involucrarte eligiendo y comprando tú mismo el material.
No escatimes en los materiales, la calidad de los mismos es muy importante para evitar que “lo barato te salga caro”. Haz compras inteligentes y ponte al día sobre materiales innovadores, la elección de muchos de ellos pueden evitar incluso que lleves a cabo obras más costosas.
Controla tu presupuesto
Con una aplicación móvil, como Fintonic, puedes establecer un presupuesto detallado de la reforma que vas a emprender y tener controlado de forma automática todos tus gastos por categorías. De esta forma, estarás prevenido de los costes en tiempo real y podrás enfrentarte a los imprevistos (todo un clásico de las reformas) de una forma más eficaz.
Ahorrar es posible
¿Quieres bajar los costes de tu reforma? Puedes hacerlo invirtiendo tiempo en la misma e involucrándote. Una buena manera es encargándote de comprar los materiales, comparando calidades y costes. Otra es reutilizar, por ejemplo pintando las puertas tú mismo y cambiándoles el picaporte, o dándole una segunda vida a tus muebles reciclándolos o retapizándolos.
También puedes hacer pequeñas partes de la reforma con tus propias manos, como pintar las paredes o colocar las lámparas. Incluso, si eres muy manitas, puedes atreverte con obras más ambiciosas como colocar el suelo o fabricar un mueble.