¿Cómo nos afecta la subida o la bajada de los tipos de interés?

Quizás no de forma inmediata, pero estas oscilaciones tienen consecuencias en nuestros créditos y en los instrumentos de ahorro que utilicemos.

En los últimos años nos hemos acostumbrado a los titulares de prensa que nos indican las progresivas subidas del tipo de interés por parte del banco central estadounidense (Fed), hasta en cuatro ocasiones desde finales de 2015, o del mantenimiento de bajos tipos de interés en la zona euro por el BCE (Banco Central Europeo), junto con la compra de deuda, desde el comienzo de la crisis financiera.

Puede darnos la sensación de que estas medidas solo afectan de forma macroeconómica y no a nuestro bolsillo directamente. Como veremos, no es así. Con las subidas o bajadas de los tipos de interés, las autoridades monetarias buscan incentivar o desincentivar las inversiones o bien aumentar o frenar el consumo de las familias, respectivamente. Y ello afecta a los créditos e instrumentos de ahorro.

El precio del dinero

¿Qué es el tipo de interés? Es el precio del dinero, porque este se puede comprar; de hecho las entidades financieras “venden” dinero a los clientes y a otros bancos a través de los créditos. Así, cuando el banco nos presta un monto determinado, nos cobra un porcentaje (interés) por él. El valor de ese dinero es la suma del valor prestado más los intereses.

Y ese interés variará según los riesgos y el plazo del crédito. En general, cuanto menor sea el perfil de riesgo del cliente y el periodo de tiempo del préstamo, menor será el tipo de interés aplicado, y viceversa. A la vez, las entidades también “compran” dinero cuando remuneran un depósito o una cuenta con un tipo de interés a un cliente, por ejemplo.

Como con cualquier producto, si el banco nos ofrece un interés bajo, la demanda será mayor y nos incentivará a pedir más préstamos. Por el contrario, cuando el tipo de interés de un préstamo sube, más caro nos resultará el préstamo y más complicado acceder a este; en este caso la demanda será menor.

Tipo oficial del dinero

Los bancos centrales, por ejemplo el BCE en Europa, se encargan de controlar el dinero en circulación y, para ello, realizan subastas de dinero a las que acuden los bancos comerciales. El tipo mínimo de puja es el tipo de interés oficial fijado por el propio BCE y, por lo general, el tipo final de la subasta queda un poco por encima de este tipo mínimo. A partir de ahí, los bancos ofrecerán a sus clientes ese dinero a un tipo de interés un poco mayor a los oficiales para los préstamos.

¿Qué pasa cuando el BCE baja los tipos de interés? El precio del dinero es más barato y la demanda de créditos personales y de empresas aumenta. El objetivo último es impulsar la economía y el empleo. Pero cuidado: ello tiende a aumentar también la inflación.

¿El fin de los tipos bajos?

¿Qué pasó con la crisis financiera? Que los bancos centrales, como el BCE y la Fed, decidieron mantener unos tipos muy bajos de interés, junto a la compra de deuda, con el objetivo de reactivar la economía y evitar la deflación. Ahora, la Fed está revirtiendo poco a poco esa situación.

En la misma línea, en los últimos años y con el objetivo de impulsar el crédito, el BCE ha dejado los tipos de interés al 0 %, ha elevado la tasa que cobra a los bancos por aparcar su dinero en él a un 0,4 % y ha aprobado otros estímulos monetarios. Ahora, los rumores de aumento paulatino del tipo oficial de interés no dejan de crecer.

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