Comentario financiero: 13/07/2020
Dentro de estas referencias cruciales desde el punto de vista estratégico, tenemos la próxima reunión de líderes de la Unión Europea, con el plan de reconstrucción de 750 mil millones de euros pendiente de definición…y de financiación. Las posturas entre los llamados “países frugales” y el resto de la UE no están precisamente cercanas. Dicho eso, no deja de ser relevante que los pesos pesados europeos estén por la labor de avanzar en la línea de una mayor integración, que puede incluir el comienzo de una cierta mutualización de la deuda, con todos los disclaimers que queramos poner a la palabra mutualización. En ese sentido, la conjunción de Alemania, Francia, Italia y España, debe ser relevante a medio y largo plazo. En el muy corto plazo, mejor no hacernos excesivas ilusiones: como siempre hemos comentado, el proceso de integración europeo ha sido un terreno de avances, sí, pero ciertamente adusto y complejo. Por decirlo en términos churchilianos, probablemente sigamos avanzando “de derrota en derrota, hasta la victoria final”.
También en el viejo continente será relevante la reunión del BCE, sobre todo por los posibles cambios en las previsiones macroeconómicas que pueda establecer. El apoyo monetario desde el día uno de la presente emergencia ha sido un pilar esencial y, probablemente, la diferencia más importante de actuación, para bien, con respecto a la anterior crisis. En esta línea, no se esperan especiales resbalones, por lo demás realmente desestabilizadores, ni por parte de las autoridades monetarias, ni de los súbditos que dependemos de estas políticas.
Y si importante será el “guidance” del BCE por lo que se refiere a la macro, no menos importante va a ser el que nos vayan ofreciendo las empresas, a lo largo de los próximos días: comienza la campaña de presentación de resultados, primero en EE.UU. y luego en Europa. Qué duda cabe que vamos a encontrar datos realmente malos: hablamos de los resultados cosechados en la parte alta de confinamiento. Es muy probable que muchas empresas presenten pérdidas, en algunos casos, por primera vez en su historia. Por ello, lo realmente importante no será el valor absoluto de los resultados, sino su comparación con las expectativas, muy bajas por cierto y, sobre todo, la guía que nos puedan ofrecer, aún en un contexto de elevada incertidumbre, para los próximos meses. Mucha atención a este tema, que puede tener una reacción muy binaria en el mercado, especialmente con mercados algo más ilíquidos, consecuencia de los volúmenes de contratación más reducidos.
Dejamos para el final el tema más determinante de todos, al menos desde un punto de vista táctico: el coronavirus. En los últimos días estamos viviendo una auténtica carrera entre rebrotes y vacunas: por más que fueran esperados, los primeros empiezan a ser preocupantes, especialmente en determinadas zonas de EE.UU. En cuanto a su remedio, las vacunas, todo parece indicar que no vamos a tener un remedio inmediato, aunque las noticias publicadas al respecto esta semana han sido razonablemente positivas, o así lo quiere interpretar el mercado. Sin duda, no puede haber mercados razonables ni confianza económica plena con este frente abierto. En ese sentido, es de prever que continúe la incertidumbre durante un cierto tiempo, lo que nos obliga a extremar la prudencia…y mantenernos atentos a las oportunidades de inversión.