El brindis es siempre un agradable preludio del arranque del año, pero cada uno de enero también ofrece un excelente pretexto para el balance y la previsión. En este ejercicio, el ahorrador debe tener presente que en la definición de su estrategia conviene no perder de vista estas cinco tendencias que van a modular la planificación financiera de 2022 y de los próximos años.
No podemos olvidar los beneficios colectivos del ahorro; cuando la ciudadanía planifica sus finanzas, el país es más eficiente, próspero y resistente a la crisis. Pero los beneficios a nivel individual, quizás sean aún más evidentes.
La planificación financiera reduce a lo estrictamente imprescindible las operaciones a deuda y crédito, rentabiliza el capital y planifica el futuro. Condiciones todas ellas que aportan estabilidad, tranquilidad y, ¿por qué no decirlo?, felicidad. Pero para asegurar que la estrategia de ahorro actual sigue acercándonos a ese futuro planeado, hay que valorar su eficiencia en las actuales condiciones del mercado, teniendo en cuenta sus tendencias.
Contrarrestar el efecto inflación con formación e información
Los intereses bancarios a plazo fijo del 3% o 4% parecen hoy una ocurrencia del pasado. Hasta que los tipos de interés abandonen sus mínimos históricos, el ahorrador debe buscar y combinar alternativas.
El escenario para 2022 vuelve a ser de tipos en mínimos, si bien entrado 2023 se podría asistir a una lenta y progresiva alza. Así lo anunció el Banco Central Europeo el pasado 16 de diciembre, al retirar “progresivamente” los estímulos a la economía, en referencia a los programas de compra de deuda, pero advirtiendo de su intención de mantener los actuales tipos de interés durante los próximos meses.
El segundo elemento llega por la entrada en escena de la inflación. La tasa de variación anual del IPC en España de noviembre a noviembre ha sido del 5,5%, y mientras los precios de la energía y materias primas mantengan su actual comportamiento, será difícil entrar en fase de reducción. El Banco de España acaba de cifrar en el 3% su previsión de inflación para el final de 2022.
En este contexto desfavorable para la rentabilidad del ahorrador, crece la figura de un nuevo ahorrador-inversor. Se caracteriza porque primero fija y planifica un colchón en ahorro de bajo o nulo riesgo, para en una segunda posición destinar parte de su capital a posiciones más audaces. Un ejercicio que conlleva información, formación y asesoramiento profesional.
De la inversión al ahorro socialmente responsable
El concepto de inversión socialmente responsable (ISR o SRI en sus siglas en inglés) no es nuevo. Desde luego, se trata de una opción personal y particular de ahorro, pero la sensibilización ciudadana en torno a los criterios medioambientales, sociales y el buen gobierno corporativo está cada vez más presente, intensificándose durante los meses de pandemia.
La Inversión Sostenible y Responsable alcanzó los 345.314 millones de euros gestionados en España en 2020. Año en que consiguió un incremento del 21% frente a 2019, y por primera vez los conocidos como activos ASG alcanzaron el 54%, superando a los tradicionales. Datos del estudio La inversión sostenible y responsable en España 2021, elaborado por Spainsif.
Los datos son concluyentes. La ISR ya se ha asentado en los instrumentos de inversión colectiva, como los planes de empleo, y desde aquí deberá ganar presencia en la planificación financiera particular, ya que el ahorrador suma al tradicional análisis de riesgo y rentabilidad otro como el coste medioambiental.
El reto para el mercado es dar respuesta a esta demanda. Pero no hay duda de que durante 2022, el ahorrador particular empezará a recibir una mayor oferta de esas inversiones ISR que demanda.
Más precavidos contra el fraude que nunca
‘Grandes rentabilidades y cero comisiones’. La publicidad de productos de inversión para particulares dirigida desde los actores del mercado más disruptivos, resulta realmente atrayente, pero el buen previsor financiero debe distinguir entre una propuesta fundamentada y cantos de sirena.
Desde siempre los chiringuitos financieros interceptan el camino del ahorrador, la novedad es que ahora puede resultar más complicado desenmascararlos, vivimos un momento de grandes cambios por la irrupción de la digitalización y la automatización del sector financiero.
Agazapados entre las propuestas de brókeres online o gestores de criptomonedas y otros, se mueven estas entidades no autorizadas como ya tuvo que advertir sobre una decena, la Comisión Nacional del Mercado de Valores el pasado mes junio. Para separar el grano de la paja siempre hay que leer las condiciones del servicio con detenimiento, pero también puede resultar de interés estos dos enlaces del supervisor de los mercados: Buscador de entidades advertidas y entidades no autorizadas (chiringuitos financieros). En cualquier caso, la CNMV anima a los inversores a denunciar cuando valoren una oferta como sospechosa.
Diversificación, pero asesorada
Entre los expertos en inversión hay consenso: la pandemia ha vuelto a evidenciar que ningún producto ofrece seguridad absoluta. Y la mejor forma de combatir esta incertidumbre es la diversificación: ahorro, renta variable y fija, fondos éticos, tecnología, economía verde, inmobiliario, startups, criptomonedas, crowdlending… las posibilidades se multiplican.
Pero no depositar todos los huevos en la misma cesta requiere de un sobreesfuerzo en la gestión de la cartera de inversión. Por esta razón, el ahorrador-inversor busca más que nunca asesoramiento experto. Cada uno elige según sus preferencias, pero sobre todo se solicita un asesoramiento personalizado, de ahí que mientras las soluciones de asesoramiento pasivo (de las plataformas tecnológicas) democratizan los servicios de asesoramiento en inversión, las instituciones más tradicionales, fidelizan.
Apostar por el microahorro
La planificación financiera no solo vive de grandes decisiones. El microahorro se consolidará en 2022 como una megatendencia apoyada por la oferta de multitud de soluciones que permiten ahorrar sin cambiar los hábitos de vida y compra.
En su esencia, no hablamos de nada nuevo. La hucha del cerdito que moneda a moneda se llenaba en el hogar con el cambio de la barra del pan, siempre dio alegrías a la economía doméstica.
Ahora estos pequeños gestos de ahorro de escasa cuantía pero gran recurrencia, alcanzan otro estadio con el apoyo de aplicaciones móviles que, por ejemplo, realizan un redondeo al alza con cada compra para crear una hucha de forma automática.
Su gran ventaja es la facilidad para crecer con el paso de los meses. Una fórmula útil para abordar un gasto especial, como la compra de un smartphone de última generación o unas vacaciones, sin recurrir a financiación externa.
Pero además cumple con una importante función formativa. Estas soluciones generan disciplina de ahorro, paso imprescindible para iniciar una planificación financiera más ambiciosa y estable.