A la restricción o el bloqueo que LinkedIn aplica a los perfiles por considerar que han vulnerado el acuerdo de usuario o las políticas de la comunidad se le conoce como LinkedIn Jail. Aunque lo de Jail (cárcel, en inglés) queda muy cinematográfico, quizás sea más acertado imaginarlo como el rincón de pensar: ¿recuerdas cuando te enviaban ahí por no haberte portado bien? No se trata de una sanción permanente, en ese caso hablaríamos de suspensión de la cuenta. La máxima pena se aplica en casos realmente graves como los relacionados con “abuso sexual infantil, terrorismo, violencia extrema, acoso sexual intolerable”, según ejemplifica la propia red social.
Por tanto, si tu cuenta es restringida temporalmente bastará que cuando la recuperes cumplas con las normas.
Si no quieres ir a la LinkedIn Jail…
Escapar al ‘encarcelamiento’ es tan sencillo como respetar las reglas, que podemos resumir en esa máxima tan manida como útil de ‘no hagas lo que no te gusta que te hagan a ti’.
Además, es muy importante conocer las condiciones de uso de LinkedIn. LinkedIn publica las llamadas Políticas para la comunidad profesional que se resumen en tres líneas de actuación maestras:
- “Mantén únicamente conversaciones seguras en LinkedIn”.
- “Usa tu identidad real y comparte solo información auténtica y veraz”.
- “Muestra una actitud profesional”.
Si aún tienes dudas, podemos concretar más:
- Se debe utilizar el nombre real y completar los perfiles con datos biográficos o de la empresa auténticos, si además están actualizados, mejor que mejor.
- No se deben crear cuentas falsas: algunas personas crean estos perfiles para hacer sondeos o simplemente curiosear desde el anonimato, pero esta actividad puede ser castigada, al igual que quien viola la identidad de otro usuario.
- No se pueden promover actividades comerciales ilegales.
- No publicar contenido inapropiado, y esta consideración incluye conceptos como violencia, pornografía o discriminación.
- Respeta las prácticas antispam, los derechos de propiedad intelectual con los materiales compartidos y, por supuesto, la privacidad de las personas.
- No utilices herramientas de automatización, ni para enviar mensajes ni para crecer en la red de contactos. Tampoco se pueden enviar más de 80 mensajes diarios en las cuentas gratuitas, y la recomendación es mantenerse alejado de este número.
- Y, por último, estás en una red profesional: diferencia entre LinkedIn y Tinder.
Más información sobre las restricciones de acceso a la cuenta.
Cómo actuar si LinkedIn te manda a la cárcel
“Hemos restringido tu cuenta temporalmente”. Este es el fatídico mensaje que puede dar con tus huesos (digitales, claro está) en la mazmorra de LinkedIn. Hay que señalar que, si se hace caso a las muchas quejas que hay en los foros sobre el tema, es más habitual de lo deseable que estas restricciones de perfiles ni siquiera se comuniquen al usuario de la red social, si bien otros usuarios aseguran haber recibido una advertencia sin que se llegara a mayores: a modo de aviso.
Si tu cuenta ha sido restringida y no has recibido una notificación de la red social comunicando este hecho, debes actuar del siguiente modo.
- Pide a un amigo que entre en tu cuenta para comprobar que tiene el mismo problema que tú.
- Si no ha tenido acceso a tu perfil, conviene esperar 24 horas antes de plantear una reclamación en el servicio de Atención al cliente de LinkedIn, y prepárate a esperar.
Puede que la propia red social te ‘devuelva’ el perfil, pasados unos días, pero también puede que no. En ese caso es muy posible que tengas que pasar por un proceso de verificación de identidad.
Cómo verificar tu identidad para recuperar tu perfil
Vaya por delante que este proceso puede ser engorroso, muy engorroso en opinión de muchos. Por eso se recomienda esperar 14 días antes de iniciarlo, ya que este tiempo suele ser una pena habitual de reclusión en la Jail LinkedIn con lo que, transcurrido, puede que recuperes el acceso sin mayor problema.
De no ocurrir así, deberás iniciar el proceso de verificación de identidad (en el enlace tienes la información detallada, ya que este proceso puede variar) a través de Persona.
Así se llama al proveedor encargado por la red social para esta misión. Persona te pedirá que sigas una serie de pasos que incluyen cargar una fotografía clara de tu documento de identidad oficial, carné de conducir o pasaporte. Puede ocurrir que te pida que subas una foto tuya, se utilizará para verificar que tu rostro coincide con el de la foto del documento oficial personal facilitado.
La red social tiene habilitados otros dos procesos de verificación para cuentas restringidas:
Recuperación de identidad por declaración jurada
La primera incluye trámite notarial, por lo que no parece muy recomendable desde el punto de vista económico. Se trata de imprimir una Declaración jurada de identidad que una vez firmada ante notario se debe escanear y adjuntar en el expediente de la incidencia.
Recuperación de identidad con email del trabajo
La otra propuesta es verificar a través del correo de la empresa que figura en tu perfil de LinkedIn, en caso de que así sea. En este supuesto los pasos a dar son:
- Introduce tu dirección de email asociada con el empleo que aparece en tu perfil.
- Haz clic en ‘Enviar código’.
- Accede al código de verificación en tu cuenta de email de trabajo. Si no recibes un código, haz clic en ‘Volver a enviar código’. Si tampoco los has recibido consulta aquí.
- Introduce el código y haz clic en ‘Enviar’.
- Haz clic en ‘Iniciar sesión’ para volver a tu cuenta.
Si todo ha ido bien, volverás a tener la posibilidad de hacer un millón de amigos en esta red profesional.
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