El mundo no sería lo mismo si no existiesen los contratos. Aunque el “acuerdo entre partes“ remonta su existencia a la Prehistoria con el trueque e intercambio, el origen del contrato tal como lo conocemos hoy nace con el Derecho romano. Desde entonces su evolución ha corrido paralela a la de la humanidad. Hoy este popular documento mercantil y jurídico vuelve a experimentar un cambio profundo con la irrupción de los ‘smart contract’.
Para el gurú del emprendimiento y la excelencia empresarial Michael Gerber, “innovar es una actividad de riesgo, cuyo riesgo principal es no practicarla”. No seremos nosotros quienes lleven la contraria al autor de El mito del emprendedor en unos tiempos marcados por la transformación digital, llenos de desafíos y también de oportunidades. Una de ellas es la revolución que suponen los la aplicación de los contratos inteligentes en la abogacía. ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Cómo crear uno sin ser un experto programador? Todas las respuestas a continuación.
Qué son los contratos inteligentes
No descubrimos nada nuevo si decimos que las tareas rutinarias forman parte de cualquier actividad profesional. Y una de las que más tiempo ocupa a los abogados son, precisamente, los contratos, cuya gestión tiene tres fases. La primera consiste en hablar con la partes para conocer y negociar los intereses; la segunda, formalizar el acuerdo asegurándose que incluye los términos y condiciones pactadas; y la tercera, la fase de ejecución. Pues bien, los contratos inteligentes, llamados a revolucionar esta actividad, simplifican, agilizan y reducen esos procesos.
Para entenderlo, empecemos por su definición. En esencia, un ‘smart contract’ es como un contrato tradicional, pero en lugar de depender de terceros para hacer cumplir los términos, se basa en un registro digital compartido (cadena de bloque o ‘blockchain’) donde se escriben los términos y condiciones. Y lo realmente ‘innovador’ es que, una vez que se cumplen las condiciones especificadas en el contrato digital, las acciones acordadas se ejecutan automáticamente.
Cómo funciona un ‘smart contract’
Los contratos inteligentes funcionan de manera condicional, es decir: si A sucede, entonces B se ejecuta, lo que evita posibles fraudes en el cumplimiento de las condiciones. Y al operar de forma automática, tampoco es necesaria la verificación de una entidad supervisora, por lo que desaparecen los intermediarios.
Ventajas que los haces únicos
Hay algunas ventajas notables en los ‘smart contracts’ frente a los contratos tradicionales. Son estas: seguridad (encriptación), inmediatez (procesos automatizados), transparencia y ahorro de costes (no hay intermediarios):
- Seguridad. Porque los contratos inteligentes se almacenan y ejecutan en una plataforma ‘blockchain’, que permite escribir registros digitales (las condiciones del contrato) encriptados, compartidos e inmutables a los que solo pueden acceder los miembros (las partes). En este sentido, los contratos inteligentes son más seguros que los tradicionales.
- Inmediatez. Porque una vez las partes cumplen las condiciones establecidas en el contrato inteligente, el tiempo de ejecución es inmediato.
- Transparencia y confianza. Porque los ‘smart contracts’ no pueden ser manipulados por terceros.
- Ahorro de costes. Porque al eliminar la necesidad de intermediarios, reducen los costes de ejecución de los contratos tradicionales.
Usos y aplicaciones
Aunque los ‘smart contracts’ son una innovación relativamente reciente, pocos sectores escapan a su influencia. Ya se han empezado a utilizar en el ámbito de las finanzas, legal, seguros, inmobiliario (títulos de propiedad, venta y transacciones), bancario (simplificación de procesos), alimentario (Walmart lo usa para el seguimiento de la cadena de suministros), musical (transmisión de royalties), trading financiero (registro de datos y transacciones comerciales) o en activos y coleccionables digitales (NFT). No hay límite. Un ejemplo práctico son los acuerdos de arrendamiento: un contrato de alquiler automatizado en una cadena de bloques, donde el pago del alquiler se realiza en la fecha acordada y se registra de forma transparente e inmutable (no se puede alterar).
Plataformas para crear contratos inteligentes sin saber programar
La buena noticia, y de esto va este post, es que en la actualidad, gracias a las plataformas y herramientas de blockchain, ya no es necesario ser un experto programador para ofrecer a tus clientes o proveedores un contrato inteligente. La plataforma de código abierto estándar es Ethereum, pionera en los ‘smart contracts’ y ampliamente utilizada en la verificación y ejecución de los mismos. Otras opciones incluyen Hyperleger Fabric, Corda, Stellar, Solana, Tezos, Manifold.xyz, NiftyKit y Rarible, cada una con sus propias características y ventajas.
Cómo crear tu propio ‘smart contract’, paso a paso
Y de la teoría pasamos a la práctica. Presta atención. Te proponemos un pequeño reto: experimentar y crear un contrato inteligente con Manifold.xyz, un programa online y gratuito que permite crear ‘smart contracts’ en la red Ethereum de una forma fácil e intuitiva. Manifold permite ‘mintear’ (crear un certificado de un activo) en la red de pruebas y testarlo para comprobar que todo está bien antes de subirlo a Ethereum. ¡Estás listo! Vamos allá.
- Entra en la web de Manifold y abre el programa Manifold Studio, que te pedirá conectar a tu cartera (‘wallet’) Metamask, una extensión de navegador web necesaria para administrar las claves de Ethereum. Si no la tienes, puedes decargarla aquí.
- A continuación, visualizarás una pantalla con la sección “Your Contracts”. Cliquea en “New Contract” y listo: ya puedes empezar a crear tu contrato inteligente.
- A partir de aquí, lo primero es poner un nombre a tu contrato, seleccionar el tipo de contrato e incluir un símbolo, formado por tres siglas, para que tu contrato sea fácilmente identificado del resto.
- Crea la marca ASCII, que es la firma de nuestro contrato y que sirve para identificarlo visualmente.
- Y una vez configurado todo lo anterior, es el momento de desplegar el contrato en Rinkeby, que es la red de pruebas de Ethereum. La última fase sería subirlo a la plataforma de ‘blockchain’.
Recapitulando, en este post has podido conocer qué son los ‘smart contracts’, cómo funcionan, las ventajas que ofrecen frente al contrato tradicional, aplicaciones, casos prácticos y hasta cómo crear tu propio contrato inteligente sin saber programación.
Si eres abogado y deseas mantenerte a la vanguardia de la innovación, ten presente que el ‘blockchain’ y los contratos inteligentes pueden convertirse en aliados indispensables en tu transformación digital. Estos recursos no solo abren nuevas oportunidades de negocio, sino que también posibilitan la prestación de servicios de asesoramiento legal, desarrollo, configuración y definición de términos contractuales en contratos inteligentes, así como la defensa legal en procedimientos judiciales. Este es otro paso crucial en la transformación digital que actualmente está revolucionando el sector legal. ¿Estás preparado para el futuro?
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