Que levante la mano quien no incremente sus gastos mensuales en Navidad. No resulta fácil celebrarla manteniéndose al margen de regalos, reuniones de trabajo y amigos, comidas especiales y viajes. Unas necesidades inducidas o no, que tienen muy presentes tanto el poderoso marketing de las grandes marcas, como el gracejo del pescadero del mercado.
Lo primero que debemos saber es que, entre el Viernes Negro, la Navidad y las rebajas de enero, cada español gastará una media de 727 euros de media. Además, según el informe Consumo en el golden quarter 2023, este gasto se justifica por la subida de los precios (49%), las ganas de disfrutar de estas fechas (47%) y la búsqueda de ahorrar en el futuro (37%).
La otra cara de la moneda es la reflexión a la que invita el Día de No Comprar: 24 horas para cuestionarte tu modelo de consumo, para analizar lo maleable que eres a las tendencias o lo influenciable a las campañas de publicidad.
Conocido el tablero de juego, has elegido apostar por el Black Friday:
Algunas ventajas del Black Friday
- Comprar más barato. Es el origen de este gran día del consumo en donde, sobre todo, son los sectores de moda y tecnología los que ofrecen ofertas más convenientes, según el citado informe de KPMG.
- Adelantar las compras. El hecho de no estar a última hora a la carrera por las calles comerciales de tu ciudad, ya es una ventaja en sí mismo. Además permite repartir los gastos extra en dos meses.
- Extensa oferta de producto. En estas fechas todos los operadores comerciales dan el do de pecho para atraer clientes, por lo que es posible elegir entre un amplio rango de productos. Tenlo en cuenta si entre tus regalos hay dispositivos electrónicos o juguetes de tendencia, quien espera, arriesga que se agoten.
- Tienes los mismos derechos. Pese a las ofertas y promociones, como consumidor tienes la misma protección que en cualquier otro momento del año.
Algunos peligros del Black Friday
- No controlar nuestro natural instinto de compra compulsiva, adquiriendo más de lo necesario y/o cosas inservibles: no siempre es fácil actuar en los límites de lo
- Ser presa de falsas ofertas. Año a año se denuncia que algunos de los supuestos descuentos de producto no son tales: se aplican tras haber incrementado anteriormente su precio. Además muchos operadores aprovechan para liberar stocks, lo que no tiene ningún inconveniente mientras se sea consciente de que compras el jersey de hace tres temporadas.
- Financiar las compras, aplazando el pago e incluso incrementándolo con comisiones por su financiación: algo que según el estudio de KPMG hace el 20,4% de estos consumidores al solicitar créditos para poder sufragar sus compras.
- Ser estafado. La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) y la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema), alertan año a año sobre el incremento de la oferta de falsificaciones por internet, y recomiendan estar especialmente cautos durante las compras navideñas. Además son fechas en que se incrementan los timos por Ambos peligros se sortean fácilmente comprando en páginas de confianza.
- No apoyar al comercio de cercanía. Aunque el pequeño comercio se ha visto obligado a participar del Black Friday, la mayoría de las compras se centran en los grandes operadores.
¿Y si te conviertes en un consumidor inteligente?
Puede que aún no hayamos resuelto el dilema, pero esta reflexión sobre el Black Friday y del Día de no comprar, quizás sirva para mejorar nuestra salud financiera. De nuevo te lanzamos unos inputs para concluir con este autoejercicio.
- ¿Realmente hay que elegir? Para esa creciente mayoría de ciudadanos conscientes de que hay que asumir pautas de consumo más respetuosas con el medioambiente y con nuestras finanzas personales, ambas opciones pueden ser compatibles:
- El viernes negro es una buena oportunidad para adquirir aquello que necesitamos o queremos regalar, siempre que seamos conscientes de que cada vez hay que buscar más e informarse mejor, para disfrutar de sus descuentos y promociones reales.
- El Día de No Comprar es una excelente oportunidad para reflexionar y evaluar si lo estamos haciendo bien.
- ¿Quieres ser un consumidor consciente? Ha llegado el momento de reflexionar con seriedad sobre el impacto de nuestras compras en el Este ciudadano apuesta por:
- Comprar solo lo que necesita, no siente la obligación de seguir tendencias ni de acumular porque la compra y el gasto le satisface y ayuda a vivir mejor, pero no le convierte en una persona más feliz.
- Ser un consumidor crítico e informado. Dos claves para beneficiarse de las políticas de precios más convenientes.
- Reciclar y recircular. Hace un uso razonable de la compra de segunda mano; reutiliza lo que tiene, buscando nuevos usos a lo ya comprado (por ejemplo reutilizando envases para almacenaje, conservación de alimentos o decoración, o dando una segunda vida a determinadas prendas para vestir en casa o hacer deporte…). Además busca a otras personas a las que les puede servir determinados enseres a los que ya no da uso.
- Potencia el consumo local. Para minimizar el impacto medioambiental de sus compras y apoyar a la comunidad más cercana.
- ¿Piensas en el futuro? Aprovecharse de las ventajas del mercado sin convertirse en una víctima y ser un consumidor consciente permiten poner el foco en algo tan vital como la previsión financiera. Son prácticas que evitan los consumos improductivos, liberando unas cantidades que emplear para mejorar nuestras finanzas futuras. Algunas de las ventajas de esta decisión son:
- El ahorro permite planificar. Contar con un colchón financiero facilita la toma de decisiones personales y laborales, y contribuye a afrontar la etapa de jubilación manteniendo el estilo de vida con independencia de la evolución de los sistemas públicos de pensiones.
- Garantiza liquidez en caso de necesidad. Es también una bolsa de supervivencia, en el caso de situaciones no deseadas como la falta de trabajo o de salud, la propia y la de sus familiares.
- El ahorro ofrece una rentabilidad extra. Permite disfrutar de las ventajas de productos como fondos y otras inversiones además de los planes de jubilación. Unos rendimientos que contribuyen a la estabilidad financiera en el tiempo.
- Es accesible a cualquier tipo de economía. No ahorra más quien más tiene, sino quien mejor equilibra los gastos de su modelo de vida con sus ingresos. Por eso ahorrar no debe significar renuncias en el presente, sino asumir una disciplina saludable.