8 recomendaciones para negociar tu primer sueldo

Es el momento de la verdad. Tu currículo ha sido seleccionado en un proceso de contratación pero además de conseguir tu primer trabajo aspiras a hacerlo en las mejores condiciones salariales posibles. Una buena estrategia te acercará al objetivo.

Superado el trámite del Examen de Acceso a la Abogacía, en el último cuatrimestre del año muchos jóvenes letrados firmarán su primer contrato de trabajo. Lo que no todos saben, es que un porcentaje de su remuneración puede depender de la habilidad con que se negocie durante el proceso de reclutamiento.

Un abogado junior, con experiencia de uno a tres años, gana 25.770 euros de salario bruto anual, al que se puede sumar un variable de hasta 2.018 euros. En el caso de los becarios, el sueldo es de 7.875 euros brutos/año según el estudio Análisis comparativo de las retribuciones en los despachos de abogados de España 2021, que IE Law School y Signium dieron a conocer el pasado mes de febrero.

Es evidente que la experiencia de muchos jóvenes abogados cuando sopesan sus salidas profesionales no responde a estos parámetros, también que el factor remuneración no es la prioridad número uno cuando un abogado negocia un primer empleo. Sin embargo, como a cualquier otro empleado, sentirse valorado económicamente mejora su grado de implicación y compromiso.

De hecho, según Sara Nogales, responsable de selección de Nexian, “el salario es uno de los factores que más contribuye a la captación y retención del talento, por lo tanto, es importante hablar abiertamente sobre este asunto, para poder compararnos con conocimiento y lograr una visión más objetiva de nuestra situación en relación con el sector y nuestro entorno”.

 

Recomendaciones para negociar un primer sueldo

Pese a ello, la portavoz de la consultora de recursos humanos explica que el 16,25% de los trabajadores desconoce el salario promedio de su sector. En este sentido, informarse y preparar la conversación que se va a mantener, son dos de las claves que los expertos recomiendan para negociar con éxito el primer sueldo.

 

Infórmate

Mucho mejor argumentar con datos que con emociones. Muchos profesionales, incluso experimentados, abordan la negociación salarial a calzón quitado, descubriendo unos sentimientos que pocas veces van a ayudar a alcanzar el objetivo.

Por el contrario, cuando se analiza desde la objetividad y se defiende la posición desde el dato argumentando, es más fácil derribar la barrera que en principio todo abogado nobel va a encontrar al negociar su primer sueldo.

  • Exige, pero siempre algo razonable. Por ello es tan importante manejar datos sobre las bandas salariales del sector. Se debe tener en cuenta dos factores muy importantes: el geográfico y el tipo de empresa con la que se negocia. No son las mismas condiciones si se trabaja en Baeza o en Bilbao, y tampoco hacerlo en el bufete de un abogado autónomo, que en un despacho boutique o en una de las grandes firmas multinacionales.

 

Pon en valor tu currículum

Entre las recomendaciones de Randstad para un primer sueldo está negociar sin complejos: “Un profesional que acaba de dar sus primeros pasos en el mundo laboral puede pensar que no tiene opciones de negociar su sueldo, ya que no posee ninguna experiencia previa. Esta afirmación es totalmente falsa, ya que la preparación académica también enriquece el currículum vitae y, actualmente, las empresas no sólo valoran la aptitud, sino también la actitud”.

 

Exige un sueldo realista

Como consecuencia de una negociación muy personalizada entre el candidato y la empresa, en la actualidad las condiciones salariales están muy desreguladas. Sin embargo, cuando se ha hecho una labor previa de información, se debe manejar una horquilla del importe más bajo y más alto en el que se puede mover nuestra contratación.

Los principales factores a valorar son:

  • Posición a la que se opta. Hablamos de la ley de la oferta y demanda. Cuando la formación en el currículo del abogado ofrece unos conocimientos muy específicos de valor para la empresa y difíciles de encontrar en otros candidatos, las expectativas pueden ser mayores pese a tratarse de un primer sueldo. Ejemplo puede ser, estar especializado en la protección de los derechos de autor de algoritmos o hablar coreano, si el bufete opera en Seúl.
  • Momento en que se encuentra la empresa. Aunque es un factor menos determinante, no es lo mismo negociar con una empresa en sus primeros años de recorrido, que con una asentada en plena expansión.
  • Sector en el que opera, tamaño de empresa y ubicación geográfica. Tres factores con un peso específico en la negociación.

 

Lo importante es que el abogado novel disponga de esta información y la utilice con realismo para medir sus expectativas, y habilidad para poner en valor su candidatura.

 

Marca un margen de maniobra

Por mucho valor que tu currículo aporte, la empresa siempre va a aspirar a una contratación provechosa, más cuando sabe que se trata de un primer sueldo. Desde Randstad insisten: “Es muy probable que no se alcance la cantidad solicitada inicialmente, por lo que lo más adecuado es tener en cuenta ese pequeño margen de maniobra”.

 

No todo es dinero: negocia beneficios sociales

Formación a cargo de la empresa, flexibilidad horaria, teletrabajo, conciliación familiar, tickets de comida o bonus de transporte… Hay muchas empresas que se avienen con mejor talante a negociar beneficios sociales, que la cuantía del sueldo bruto. Una buena opción para negociar es sondear qué posibilidades ofrece la empresa.

 

Esperar al momento oportuno

No precipitarse es otra de las recomendaciones de la consultora de recursos humanos. Hay que esperar al momento adecuado para poner sobre la mesa la negociación salarial, normalmente cuando el candidato ya ha superado las primeras fases del proceso de selección, demostrando su valía y profesionalidad.

 

Negociar con habilidad

Hay que tener presente que abordamos un contexto de negociación, por lo que el candidato debe respetar sus normas. Algunas de las más básicas son:

  • Mostrar en todo momento interés por la oportunidad que para el candidato representa trabajar con la empresa. Sé humilde.
  • Escuchar con atención la argumentación de la otra parte para poder rebatir si se considera oportuno, con objetividad.
  • Evitar la ambigüedad en tus peticiones. No se trata de que fijes posiciones o cantidades inamovibles, simplemente estás defendiendo tu punto de vista.
  • No temer a los silencios. Es probable que te enfrentes a un reclutador profesional, con gran dominio sobre la importancia de los silencios. Después de haber intervenido es mejor callar y esperar a que el interlocutor se explique, de no hacerlo así corres el riesgo de ir cediendo posiciones sin ser consciente de ello.

Perder las formas. Mostrar ira o grosería, verbal o gestual, es la vía más rápida de ser descalificado.

 

No tener miedo a una negativa

El principal problema al mantener una reivindicación salarial con cierta firmeza es la posibilidad de caerse del proceso de selección. Desde Randstad te animan a no tener miedo al no por respuesta: “Siempre es beneficioso adquirir experiencia afrontando este tipo de situaciones, ya que servirá como aprendizaje para una futura contratación”.

Además, pocos reclutadores van a considerar como negativo negociar con una persona decidida y asertiva que sabe defender sus intereses sin perder las buenas formas. Mucha suerte.

 

 

 

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