Por Raúl Alonso.
Ahora que la entrega de los Oscar modifica por unos días la monótona agenda informativa, es el momento de recuperar a seis de los abogados de cine más relevantes de la historia y algunas de sus enseñanzas. Un recorrido que deja testimonio de que en el juzgado, como en el plató de cine, una puesta en escena eficaz, ayuda.
William Kunstler, ‘El juicio de los siete de Chicago’: juicio político
Varios activistas que protestaron en 1968 durante la Convención Nacional Demócrata en Chicago son arrestados cinco meses después por incitación al motín. Este recorrido por abogados de cine arranca con William Kunstler (interpretado por Mark Ryalnace), letrado y defensor de los derechos humanos en El juicio de los siete de Chicago (Aaron Sorkin, 2020), la película que recrea este caso que le convirtió en el abogado más popular de los Estados Unidos.
- «Solo defiendo a aquellos cuyos objetivos comparto. No soy un abogado contratado. Solo defiendo a los que amo».
- “Hay juicios por causas civiles o penales. Los juicios por causas políticas no existen”.
Enseñanza de cine: La que sin duda es una de las películas del año, habla de segregación racial en los tiempos de Black Lives Matter, pero sobre todo reflexiona sobre el juicio político.
Frank Galvin, ‘Veredicto final’: el derecho como regenerador del sistema
Al abogado Frank Galvin no le queda mucho de carrera, poco de principios y menos de vida si no controla sus adicciones, pero recuperar un viejo caso le da una segunda oportunidad. Con estos mimbres, un Paul Newman también en el final de su carrera, crea uno de los mejores personajes de su inmensa trayectoria.
- “Si actúas como si tuvieras fe, la fe te será otorgada. Si queremos tener fe en la justicia solo tenemos que creer en nosotros mismos y actuar justamente”.
Enseñanza de cine: Al mostrar los entresijos de la investigación previa al juicio, la preparación de los interrogatorios, la relación juez-abogados o el papel de los medios de comunicación, esta película puede ser vista como una clase magistral sobre el juicio. Escapando de esa mirada más técnica, Veredicto final (Sidney Lumet, 1982) habla de la lucha contra los poderosos y la corrupción, reivindicando la figura del jurado popular como la institución más pura en un entorno siempre proclive a la corruptela.
Sir Wilfrid Roberts, ‘Testigo de cargo’: la voz de la experiencia
Utilizar su monóculo de detector de mentiras durante un juicio, es solo una de las excentricidades de este abogado, probablemente el más carismático de la historia del cine. El genial Charles Laughton dota de una gran personalidad a este personaje de Agatha Christie convirtiendo a Testigo de cargo (Billy Wilder, 1957) en cumbre del subgénero de juicios.
- “La balanza de la justicia puede a veces inclinarse, pero siempre se nivela”.
- «No es ninguna deshonra el ser detenido, primeros ministros, arzobispos y hasta abogados se han sentado en el banquillo”.
Enseñanza de cine: Desde la óptica del Derecho inglés, casi todo está presente en este juicio a un hombre acusado del asesinato de una adinerada mujer con la que mantenía una amistad interesada. Práctica de las pruebas en el juicio oral, perjurio, declaración de familiares, error judicial, aplicación del principio non bis in idem en una película que habla de casi todo.
Atticus Finch, ‘Matar a un ruiseñor’: derecho universal
Sin duda, estamos ante la más admirable encarnación del abogado: imposible olvidar al íntegro personaje interpretado por Gregory Peck en Matar a un ruiseñor (Robert Mulligan, 1962).
- “Uno no llega a entender realmente a otra persona hasta que considera las cosas desde su punto de vista”.
- «La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno».
Enseñanza de cine: Son muchas las lecturas que se pueden hacer de la novela de Harper Lee, pero siempre estará presente el principio de igualdad frente a la Justicia, en este caso para ofrecer una defensa justa a Tom Robinsos, el hombre negro acusado de la violación de una joven.
Erin Brockovich, ‘Erin Brockovich’: derecho medioambiental
No podía faltar en este recorrido de abogados de cine, una alusión a esos otros compañeros del bufete que se enfrentan a los poderosos para impedir que las hendiduras del sistema les exculpen de los perjuicios que generan. Tema en el que Erin Brockovich (Steven Soderbergh, 2000) es uno de los títulos que más brilla, aunque su protagonista con actuación de Oscar para Julia Roberts, no sea una abogada sino una tenaz empleada basada en un personaje real.
- “¿A los abogados les enseñan a disculparse? Porque usted lo hace de pena”.
- “¿Le importa si investigo un poco?”.
Enseñanza de cine: La película plantea cuestiones jurídicas de máxima actualidad como la contaminación industrial y sus riesgos para la salud y el entorno, la figura de la responsabilidad medioambiental y el principio de que quien contamina paga. También habla del derecho de acceso a la información medioambiental y de las dificultades que las empresas reguladas pueden levantar para acceder a ella.
Gareth Peirec, ‘En el nombre del padre’: relación abogado-cliente
El azar y la mala suerte llevan a Gerry (Daniel Day Lewis) a ser condenado injustamente a cadena perpetua por haber participado en atentado terrorista del IRA, también su padre es encarcelado, teniendo una inusual ocasión de conocerse. En el nombre del padre (Jim Sheridan, 1993) se cuenta el empeño de la abogada Gareth Peirec (Emma Thompson) por reabrir el caso y revertir una situación injusta.
- “Creo que deberían quitar la palabra ‘compasión’ del diccionario inglés”.
Enseñanza de cine: El paso de la injusticia a la justicia permite reflexionar sobre la dificultad que en muchas ocasiones presenta aclarar los errores cometidos desde las instituciones. El derecho a la defensa del acusado, la presunción de inocencia o el terrorismo están en la esencia de un film de gran impacto que refleja como pocos la relación profesional del profesional con el cliente.
