Para lograrlo, aquí están estos ocho gestos básicos del reciclaje en la oficina.
1. Necesitas un plan de reciclaje
Una política activa de reciclaje requiere de medidas claras y efectivas, dicho de otro modo, necesita un plan. El objetivo es aprovechar mejor los recursos que utiliza la empresa para reintroducirlos en la cadena de reciclaje, contribuyendo a la llamada economía circular, objetivo prioritario de la UE para 2050.
– Otros réditos al bufete: ahorro mensual en el presupuesto de consumibles como papel, tóner, vajilla de un solo uso, etc., y en segundo lugar, un intangible nada despreciable a sumar a la cultura empresarial y el marketing.
2. Haz cómplice al equipo
Hay poco que hacer sin la participación de los empleados del bufete. Es cierto que hoy la sociedad está más concienciada, pero es recomendable trabajar en su sensibilización antes de embarcarles en un objetivo común.
- Envía una comunicación interna. Contando el compromiso, los beneficios para la sociedad y el propio despacho, explicando por qué es tan necesaria su ayuda.
- Comparte los avances. Puede resultar muy estimulante informar periódicamente de cuantos kilos de papel o de envases se ha reciclado o cualquier otro KPI que se considere apropiado.
- Acciones de combate al ‘littering’. Involucrar a todo el despacho en un reto común es una de las bases del team building, y el compromiso de reciclaje puede ser un pretexto. Una idea divertida es participar de campañas como Libera, organizada por SEOBirdLife y Ecoembes, que convoca una gran recogida colaborativa nacional al año para “liberar a la naturaleza de la basura que otros tiraron y no retiraron”.
3. Compra responsable
Consumir productos reciclados es una de las bases de la cultura del reciclado, por ello es importante revisar a los principales proveedores y las partidas de gasto más abultadas, para examinarlas bajo esta nueva lupa.
- Hay que interesarse por las ecoetiquetas, informarse sobre el ciclo de vida del producto, su eficiencia energética, los sistemas de gestión ambiental de la producción… 11
4. Vigila impresora y fotocopiadora
Incluso en la era de la oficina sin papel, uno de los puntos de mayor despilfarro ecológico (y económico) son los centros de impresión. Los empleados deben tener claro si esa impresión que van a realizar es absolutamente necesaria o se puede sustituir por compartir el documento en un canal digital. Para esos supuestos en que se considera imprescindible dar al print, se puede ubicar junto al dispositivo unas recomendaciones:
- ¿Necesitas imprimir la totalidad del documento?
- ¿Se puede imprimir a una tinta?
- ¿Has elegido la opción de impresión de dos caras?
- ¿Puedes imprimir en formato borrador?…
5. Un contenedor para cada cosa
La clasificación del residuo es el paso imprescindible para que la oficina recicle.
- Además de los contenedores habituales de papel y cartón (azul), vidrio (verde), envases (amarillo), basura orgánica (marrón) y resto (naranja) resulta interesante separar en origen otros residuos asociados a la oficina como cartuchos de tóner, pilas, lámparas o electrónica para darle un tratamiento individualizado.
6. Gestiona la basura electrónica
Se supone que pronto los programas de Responsabilidad Extendida de Producto obligarán al fabricante a un diseño más ecoeficiente y a una gestión del residuo volcada en la reutilización de componentes y el reciclaje de materiales. A la espera de que un cambio tan radical sea realidad, el residuo electrónico sigue siendo un problema en la oficina que se puede mitigar con tres acciones:
- Utilizar los puntos limpios, contratar empresas especializadas y donar a instituciones sociales.
7. Reduce a cero el uso de menaje de un solo uso
No se trata de demonizar el plástico sino de sustituir el menaje de un solo uso por otro más responsable. La medida será obligatoria a partir del 3 de julio próximo, cuando todos los estados miembros de la Unión Europea estarán obligados a adaptar su legislación a la directiva que prohíbe los plásticos de un solo uso.
- Apostar por materiales alternativos como el papel o metal para pajas de refresco, cubiertos de bambú o platos de plástico biodegradables.
- Uso de envoltorios de plástico compostable.
8. Control de residuo de alimentos
La mañana se ha echado encima preparando un informe y hay que dar de comer al equipo. Es un buen momento de poner los principios del bufete sobre la mesa:
- Elige un proveedor de comida a domicilio con una política medioambiental afín (packaging ecológico, reparto cero emisiones…), pero también haz una compra responsable acorde al número de personas para evitar desperdicio alimentario.