Nos anuncian que los cambios del mercado de trabajo van a ser tan radicales, que muchas de las profesiones de 2030 no existen en la actualidad. Pero el mercado laboral no se transforma solo desde los nuevos desempeños profesionales impuestos por la digitalización o la reinvención verde de la economía, también desde el “desarrollo del empleo justo e integrador”. Este es el objetivo de la iniciativa European Pact for Skills puesta en marcha por la Comisión Europea. Y para avanzar en su consecución, se acaba de presentar el informe Hoja de ruta hacia un futuro del trabajo centrado en las personas. Este documento reúne 40 iniciativas empresariales para dar respuesta a los retos que plantea el futuro del trabajo en tres dimensiones estratégicas: “Transformación tecnológica centrada en las personas; promoción y desarrollo de talento, habilidades y conocimientos; y diversidad e inclusión en el lugar de trabajo”.
Así lo explica Forética, organización que trabaja por la sostenibilidad y responsabilidad social empresarial en España, que ahora presenta este trabajo enmarcado en el proyecto JOBS 2030 – Futuro del Trabajo. Para su director Ricardo Trujillo, “las iniciativas empresariales que destacamos muestran el rol fundamental que juegan las empresas para contribuir a alcanzar una transición más justa hacia el futuro del trabajo”.
El ejemplo de Mutualidad de la Abogacía
Pero, ¿cómo pueden fomentar las empresas un futuro más humano de un trabajo cada vez más condicionado por las nuevas tecnologías? Una buena experiencia la protagoniza Mutualidad de la Abogacía al buscar una utilización de la inteligencia artificial respetuosa con los valores y principios éticos que defiende desde siempre.
Nadie duda de que una de las tecnologías más disruptivas es la inteligencia artificial, tanto que Administraciones Públicas y gran empresa velan para asegurar una implantación adecuada. Con este objetivo Mutualidad de la Abogacía ha impulsado el Comité de Ética de Inteligencia Artificial, a medida que esta tecnología avanza en la interactuación con los mutualistas o se incorpora a la toma de decisiones.
El CEIA es una iniciativa pionera en el sector financiero y asegurador “para vigilar los usos e impactos de la inteligencia artificial en la organización, garantizando que la recopilación, el alojamiento y el uso de los datos se realicen de manera ética, transparente y democrática”.
Y para convertir estos principios en práctica institucional, se ha creado un equipo presidido por José Féliz Mondelo que incorpora a diez profesionales más para crear un equipo de talento claramente multidisplinar que agrupe a actuarios, técnicos de Data Science o abogados expertos en ética o tecnología, entre otras disciplinas.
Experiencias para avanzar
Ésta es solo una de las 40 experiencias seleccionadas por Forética para crear una especie de hoja de ruta hacia ese trabajo tan tecnificado como humanizado. El plan de accesibilidad física, tecnológica y cognitiva desarrollado por Bankinter es otro de los ejemplos. El mismo fin integrador, en este caso de jóvenes, persigue el retailer Brico Depôt a través de un programa de implantación de FP Dual o Inicia-T, dirigido a universitarios sin experiencia laboral; también Fundación Randstan o Fundación Once promueven la integración laboral y el talento digital, en ambos casos entre discapacitados.
Las iniciativas son muy dispares. Fundación Vodafone España pone el foco en despertar vocaciones tecnológicas sin diferencia de género entre niños y niñas de 6 a 12 años. Iberdrola ha impulsado un programa de mentoring digital para acelerar la digitalización de la compañía al tiempo que se transmiten y comparten conocimientos y experiencias. Y Microsoft y Linkedin han abierto sus plataformas a más de un millón de personas en España para facilitar su empleabilidad.
Mahou San Miguel ha bautizado su proyecto de aprendizaje colaborativo como The Ninja Project, y L’Oreal, Embellece tu futuro a una iniciativa con la que acompaña a personas en situación de vulnerabilidad durante todo el proceso de facilitación e inserción laboral. Hasta aquí tan solo una muestra de la variedad de buenas prácticas que Forética selecciona para ejemplificar que es posible integrar el cambio por vías realmente integradoras.
Tres palancas para una transformación responsable
Forética defiende que todo tipo de empresas debe asumir un papel activo para lograr esa transformación responsable del mercado de trabajo. Un proceso que, tras el estudio de las 40 experiencias, considera que avanza de forma más sólida cuando se sustenta sobre tres pilares:
- Transformación tecnológica centrada en las personas. Se propone prestar atención a tres aspectos: “El respeto de los derechos humanos de los trabajadores al implantar nuevas tecnologías; implicar a los empleados en la transformación tecnológica favoreciendo canales de consulta y diálogo con ellos; y capacitarles para que puedan beneficiarse de las nuevas tecnologías, mediante herramientas de aprendizaje y de promoción de la igualdad”.
- Promoción y desarrollo de talento, habilidades y conocimientos. Las empresas también deben contribuir a la capacitación de los empleados en las nuevas competencias y habilidades que tanto los nuevos puestos de trabajo como los tradicionales requieren. Se trata de contribuir a alinear el talento laboral con unas necesidades empresariales en constante cambio.
- Diversidad e inclusión en el lugar de trabajo. Las empresas pueden aprovechar su digitalización y transformación verde para “convertirse en verdaderos agentes de inclusión”, prestando especial atención a colectivos como los jóvenes menores de 25 años o los discapacitados.