Muchos recordarán la película Erin Brockovich en el cine, protagonizada por Julia Roberts, o a la más reciente Meghan Markle en su personaje Rachel Zane, en la famosa serie de televisión Suits. Ellas son seguramente las paralegals más famosas y reflejan en cierto modo la importancia de esta figura en la Abogacía anglosajona. Pero ¿qué pasa en España? ¿Qué relevancia tienen y qué funciones desarrollan? ¿Son reconocidos por el sector?
“Se calcula que, en la actualidad, un 10 % de los abogados de las grandes firmas españolas son paralegals. Su presencia fuera del espectro de las grandes firmas es desde luego menor, aunque cada vez vemos más casos tanto en despachos de tamaño medio como en el ámbito empresarial”, nos explica Marta del Coto Ibarra, responsable de la oficina de Barcelona de Iterlegis Legal Staffing Solutions.
‘Commodities’ y valoración
“Ejercen funciones de apoyo a determinados departamentos de las firmas de abogados y también en departamentos legales de compañías. Una parte de los servicios que prestan los paralegals son los de consumo masivo o commodities. Son servicios que requieren de una menor cualificación técnico-jurídica, menor grado de especialización y, por tanto, menor valor añadido. Pero no por todo lo anterior menos necesarios o valorados”, aclara.
Algunos ejemplos de esta actividad son servicios de corporate secretarial, como redacción de documentación societaria de trámite, acuerdos societarios en cumplimiento de normativa de aplicación, etc.; contratación sencilla o recurrente, como la inmobiliaria (arrendamientos, compraventas, etc.), la comercial (acuerdos recurrentes con clientes y proveedores), y labores de apoyo en cuestiones de cumplimiento normativo, entre otras.
“Los paralegals son profesionales frecuentemente muy valorados por sus superiores, puesto que llevan a cabo una labor muy necesaria, normalmente de gran volumen, que requiere de dedicación sistemática y rigor y que, por su menor complejidad, no puede ser facturada al cliente con los mismos criterios y ratios que servicios de mayor complejidad y que requieren más cualificación y especialización. Los paralegals son recursos clave en muchos equipos y, por tanto, muy apreciados por las grandes firmas”, comenta la responsable de Iterlegis, compañía experta en selección de vacantes jurídicas y fiscales.
Perfiles requeridos
En el momento que escribimos este artículo había 16 ofertas de empleo de paralegal publicadas en LinkedIn. La mayoría requería licenciatura o grado de Derecho, aunque no exigen, por supuesto, el Máster de Acceso a la Abogacía. En nuestro país se buscan profesionales con formación jurídica para este puesto, ya que no existe titulación alternativa.
“El perfil profesional más habitual y demandado por firmas y compañías es un abogado que ha iniciado su andadura en firmas o empresas y que, con el tiempo, ha reorientado su carrera hacia funciones que implican menor dedicación, en términos de complejidad, menor exposición al cliente y menor presión; también, por supuesto, con una escala retributiva claramente inferior. A su vez, habida cuenta que el entorno en el que se mueven los paralegals suele ser internacional, se requiere el dominio de idiomas (el inglés en todo caso y en muchas ocasiones alguna otra lengua)”, detalla Marta del Coto Ibarra.
Además, “es clave en estos perfiles que estén alineados con la cultura de las firmas o compañías de las que forman parte y que cumplan los elevados requisitos de exigencia de sus empleadores, aunque en una categoría profesional diferente, más de apoyo que de liderazgo”.
Regulación y formación
“El paralegal es una figura que cuenta con el reconocimiento interno de las organizaciones en las que desempeña sus funciones, pero absolutamente carente de reconocimiento externo e institucional. En la realidad, a pesar de carecer de regulación específica en nuestro país, su número se va incrementando poco a poco, aunque de manera sostenida. Y la previsión es que este crecimiento continúe en el futuro, no de manera masiva, pero sí estable. De este modo, el peso específico de los paralegals en el mercado legal español irá ganando tamaño, presencia y relevancia”, prevén en Iterlegis Legal Staffing Solutions.
“Si nuestro espejo son nuestros vecinos europeos y norteamericanos, muchos de ellos reconocen específicamente a los paralegals a través de diplomaturas y escuelas especializadas con habilitación profesional para estos profesionales. Pensamos que España debería tomar nota del tratamiento que otorgan a esta figura en gran parte de Europa y América del Norte, perfectamente diferenciada de la titulación jurídica ordinaria. Esta regulación proporcionaría a los paralegals visibilidad en el mercado y se crearía, en consecuencia, un entorno meritocrático que redundaría en una mejor oferta y mayor especificación de sus servicios; además de facilitar, sin duda, la progresión y mejora de la carrera de estos profesionales”, finaliza Marta del Coto Ibarra.
Retribución de los paralegals
La retribución salarial media de los paralegals en España fue de 27.806 € en el ejercicio 2018, un 0,29 % superior a la del año anterior (27.725 €), según datos de la decimocuarta edición del Análisis Comparativo de las Retribuciones en los Despachos de Abogados, elaborado por Signium en colaboración con IE School.
Esta cifra es notablemente inferior a la retribución media que percibe un abogado junior en su primer año de ejercicio (31.871 €) y mayor que la de un becario (13.334 €).
“La tendencia en el ámbito de los paralegals sigue siendo continuista, con incrementos casi imperceptibles, lo que demuestra que sigue siendo una figura poco implantada y potenciada en España”, afirman en las conclusiones del estudio.