Por María Orriols
“Debíamos incorporar todas las cuestiones referidas a la Inteligencia Artificial, así que ya aprovechamos para hacerlo más cercano, utilizando un lenguaje más accesible, añadiendo ejemplos e incorporando apartados más modernos como el referido a las redes sociales”. De esta manera explica Laura Duque en qué ha consistido la renovación del Código Ético de Mutualidad Abogacía, por el que han recibido el premio ASCOM. Y es que es precisamente ahora, en la era de la transformación digital y cuando la Inteligencia Artificial empieza a formar parte de las empresas, cuando dichos reglamentos tienen más relevancia que nunca. Además de haber modernizado el Código, para Duque otro de los motivos por el cual recibieron el galardón fue el proceso de lanzamiento, en el que participó toda la empresa.
¿Cómo conseguisteis involucrar a toda la Mutualidad de la Abogacía?
Creamos la Semana de la Ética y, además de ir subiendo a nuestra intranet vídeos realizados por nuestros directivos, creamos un concurso en el que participaron equipos formados por cada departamento. Cada uno de ellos tenía que hacer un vídeo con una idea en la que se trasladase el cumplimiento de los principios éticos del Código en la actividad de ese departamento. De esta manera logramos que los directores participasen en la redacción del código y que todos los empleados aterrizaran en su día a día con qué actuaciones podrían cubrir los principios del código ético.
¿Y cómo conseguís que los mutualistas se comprometan con dicho código? ¿Qué les exigís?
Una de las virtudes que tiene el Código es que está hecho pensando en, por y para los mutualistas, eso significa que nos comprometemos a tener un comportamiento ético pero, también les pedimos que se comprometan con el mismo igual que lo hacemos nosotros hacia ellos. Y tanto es así que, al contrario que otras empresas que lo tienen en el área privada, en Mutualidad Abogacía, tanto el apartado de Ética como el Canal de denuncias está disponible en nuestra web, reflejando así nuestro compromiso ético.
Hoy en día la transformación digital es una de las prioridades de todas las empresas, lo que choca de frente con el derecho a la privacidad. ¿Cómo enfocáis a partir del código ético este reto?
En España el respeto a la privacidad no es simplemente ético, también lo es normativo debido a la ley orgánica de protección de datos y garantía de derecho digitales, y al reglamento comunitario de protección de datos (RGPD). Partiendo de esa obligación normativa, el reto de la transformación digital, no es una opción, es una necesidad. Además de que dicha transformación es imprescindible para dar servicio a nuestros clientes, la debemos afrontar desde una doble faceta: por un lado, por el hecho de respetar la normativa de protección de datos, y desde el departamento de cumplimiento ayudamos a que eso sea así, y por otro, porque la transformación digital, en muchas ocasiones, viene acompañada de procesos que de una u otra forma desembocan en incorporar Inteligencia Artificial.
¿Y qué es lo que implica esto último?
Que tanto si se trata de Inteligencia Artificial como de tratamientos automatizados o robotizados -todavía se discute mucho sobre dónde está la frontera entre lo primero y lo segundo- ambos supuestos deben respetar los principios normativos (por ejemplo, se debe garantizar que cuando haya una decisión que afecte a los derechos de las personas, se asegure la intervención humana), pero también se respeten los principios éticos que hemos marcado (por ejemplo, la transparencia o la ausencia de sesgo consciente). Quizá en la Mutualidad Abogacía no estamos siendo tan rápidos como otros con la incorporación de la Inteligencia Artificial, pero sí estamos dando pasos firmes para que se haga respetando todos esos principios.
En un negocio tan tradicional como son los despachos de abogados, ¿en qué aspectos del día a día de un abogado influye la Inteligencia Artificial?
Desde hace alguna década, cuando se hizo el primer algoritmo que buscaba entre la jurisprudencia, se están invirtiendo grandes cantidades de dinero en la incorporación de la tecnología en los despachos de abogados porque se ha demostrado que puede ayudar mucho a esta profesión: por ejemplo, los despachos pueden ser más eficientes a la hora de acceder a búsquedas en las bases de datos de jurisprudencia, legislación, etc Aunque en España buscamos más en leyes, en otros países donde su ordenamiento jurídico se sustenta más en la jurisprudencia, las búsquedas entre cientos de miles de sentencias es tremendamente compleja y se han desarrollado algoritmos capaces de calcular incluso la probabilidad del éxito o fracaso en función de esas búsquedas.
En este sentido, ¿estamos muy lejos de ver que una máquina pueda solucionar determinadas problemáticas comunes que actualmente necesita de la intervención de un abogado?
No, de hecho, ya se está incorporando la tecnología para facilitar las gestiones diarias, de la clientela o la respuesta a la cuestiones más sencillas, de manera que haya ciertos procedimientos que se automaticen para que el abogado se pueda dedicar a dar valor añadido a su profesión. Dichos procesos tecnológicos quizá no estén lo suficientemente afinados, pero, por ejemplo, en Estados Unidos, ya hay buscadores de abogados que te redirigen a los dos o tres con más posibilidades de éxito respecto al caso que el cliente plantea.
Dentro de los proyectos en los que estáis trabajando está la creación de un chatbot sin género. ¿Qué ventajas tiene?
Incorporar un chatbot en nuestra web es una manera de dar respuesta a cuestiones sencillas en horario 24/7, por lo que las bondades de tenerlo son indiscutibles. Pero, cuando nos planteamos montarlo y después de tener en cuenta los principios éticos, una de las cuestiones que estudiamos fue que no tuviera sesgo, que no fuera discriminatorio y que estuviera abierto a todo tipo de cuestiones que se pudieran plantear. Aunque no somos pioneros en esto, sí se ha visto que no es necesario el género para dar una respuesta eficiente y, sin embargo, si le pones género, puede ser discriminatorio.
¿Cuáles son los próximos retos a los que se tendrá que enfrentar el departamento de Cumplimiento y Legal de Mutualidad de la Abogacía?
En 2021 va a culminar el proceso de que Mutualidad se convierta en un grupo asegurador y que con la colaboración de una filial demos respuesta aseguradora no solo a abogados y sus familias sino también a otros clientes que no pertenezcan a este gremio. Además, desde el Departamento de Cumplimiento y Legal de Mutualidad Abogacía, tenemos que seguir acompañando en todos esos procesos de transformación teniendo en cuenta todos los puntos de vista desde la óptica del cumplimiento normativo. En este sentido para mí, como responsable del Cumplimiento Legal, son muy importantes: en primer lugar, todas las cuestiones relacionadas con la normativa sobre conducta de mercado y con un buen trato a nuestros clientes; en segundo lugar, hay otra normativa que está en ebullición, porque respondemos al ahorro y a la actividad inversora, que es la sostenibilidad; y por último, debemos continuar acompañando al proceso de transformación digital, particularmente en el tema de protección de datos.